En menos de que canta un gallo, ya nos encontramos en la cuarta semana de la NFL y después de este tiempo que se ha ido como agua, más claro me ha quedado y aunque sea aún prematuro mencionarlo, que tanto los Jaguares, los Texanos, los Cafés y los Leones, se mantendrán cuando termine la temporada, como los únicos equipos que nunca han disputado un Super Tazón y que de acuerdo al tiempo que se vive con estas organizaciones, probablemente ya no estemos aquí cuando eso llegue a suceder.
Yo nunca he sido ni seré, aficionado de los Patriotas pero tengo que reconocer que en estos momentos, tal vez no extrañen a su pasador aunque de los tres encuentros que han encarado, podríamos decir que el de la semana uno, fue el que más sobresale principalmente por la manera en que los Cardenales cerraron la temporada pasada en que llegaron al juego de campeonato de conferencia porque a la siguiente semana en que se encontraron a los Delfines el pasado domingo 18, la gente de Adam Gase sigue empecinada en extrañar las épocas de Bob Griese y entonces hace una semana, creíamos que J.J. Watt que es considerado un auténtico cazador de cabezas, ni las manos metieron por lo que Houston, no sabemos hasta cuándo, estará en el partido grande.
Y ya ni para que mencionar a Jacksonville, Cleveland y Detroit sobre todo el equipo que dirige Jim Caldwell que cuando creíamos que al arranque de la temporada fueron a pegarle a los Potros en el mismo Lucas Oil Stadium, pues estaríamos pensando que Matt Stafford por fin iba a madurar ya que son ocho años en la liga y cada vez que llega una temporada, todos los aficionados de los Leones, anhelan aquellos años cuando jugaba en el colegial con la universidad de Georgia.
Mientras para esta semana, la noticia más desagradable es que Filadelfia, estará descansando junto con los Empacadores porque después de que Carson Wentz hizo ver las cosas demasiado fáciles el domingo pasado en contra de los Acereros, lo que más se apetecía es ver al egresado de la estatal del norte de Dakota que con sus 23 años, mantiene a las Águilas con la esperanza de ser protagonistas en la actual temporada.
El arranque de la semana cuatro tendrá a dos equipos con marca de 1-2 cuando Miami visite Cincinnati y es indudable que los aficionados de los Delfines, por lo pronto tienen la espada lista para desenvainar esperando que Ryan Tannehill, empiece con su acostumbrada forma de hacer las cosas porque a pesar de que lanzó para más de 300 yardas la semana tres, el problema es que fue ante los Cafés (hasta los Gatos Negros les dan pelea) mientras que para un equipo que ha llegado en cinco ocasiones de manera consecutiva a la postemporada como son los Bengalíes, su primer partido en casa fue nada menos que ante los campeones Broncos y que nunca se imaginaron que Trevor Siemian, lanzaría para cuatro anotaciones y sin pensar en Peyton Manning.
El lunes por la noche, será lo mejor cuando los Gigantes con el berrinchudo de Odell Beckham Jr., visiten a los invictos Vikingos y con el segundo aire de Sam Bradford.
Rjcerpa@hotmail.com
