No llevamos ni una semana del primer Grand Slam del año, y éste ya se empezó a cimbrar cuando el español Rafael Nadal, mostró la insolvencia que viene remolcando al quedar eliminado en la primera ronda frente a su compatriota Fernando Verdasco en cuatro horas y 40 minutos con lo que ni siquiera, no llegó al tiempo que duró el duelo entre ambos en el 2009 cuando el balear, en uno de los mejores duelos que se recuerdan en semifinales, logró posteriormente su único campeonato en Australia.
Verdasco nunca olvidó aquella dolorosa derrota cuando vivía uno de sus mejores momentos en su carrera y tuvieron que pasar, siete años para tomar desquite enseñando una furia en la parte importante del partido donde al final, mostró el físico en el quinto y definitivo set remontando un 2-0 en su contra para agregar seis juegos seguidos y cerrar el encuentro para que Nadal bailara las calmadas.
No había podido ser peor el arranque del presente año para el patrón del "polvo de ladrillo" después de un 2015 para el olvido y sembrado actualmente, en el quinto lugar del ranking mundial y de los 20 torneos en los cuales participó el año pasado, sólo se llevó 3 galardones siendo todos ellos, de categoría menor como fueron el de Stuttgart de clase 250, Buenos Aires de la misma escala, así como el de Hamburgo con un rango de 500.
No se puede eludir el déja vú del recuerdo del 2009 porque ya van siete años que transcurren y el dueño de Roland Garros, ya no es el mismo extraviando su aureola de un tenista extraterrestre con un rostro que intimidaba y de un tunante de los que espantan en las películas de terror y lo sabía Verdasco también que estaba más deteriorado que en las semis del año anterior cuando aún su tenis se mostraba como aquéllos que piden trabajo en las empresas de élite.
Es un instante bien diferente en la vida de los dos tenistas ibéricos porque estamos en la primera ronda y todavía hay camino en recorrer sin la oferta de una gran retribución urgente en la que Nadal, cuando acariciaba las perlas de la luna, era finalista y campeón estando en un pedestal con un dilema definitivo ante Federer invulnerable a las famosas cinco horas y 14 minutos, de aquel encuentro frente a su paisano madrileño.
Sólo en una ocasión anterior, había caído en la primera ronda de un grande siendo el nacido en Bélgica e irreconocible Steve Darcis, el que hizo temblar el deporte blanco en Wimbledon del 2013 y sólo nueve veces se despidió temprano de los Masters por lo que ahora, el impacto es intratable y Verdasco siega desde abajo, todo el auge de Nadal desde la segunda parte del año pasado aunque la secuela será muy verde porque caería al sexto o séptimo del lugar cinco en el que se encuentra dependiendo sólo de Berdych quién fue el que lo castigó en los cuartos de final hace doce meses.
Rjcerpa@hotmail.com