TODO O NADA
Cuando uno ve la forma como un entrenador en jefe tiene que ir a la conferencia de prensa después de que su equipo pierde un partido divisional en la manera como lo hizo Green Bay el sábado 16 y observando el semblante de Mike McCarthy y sus palabras entrecortadas, no hay una receta como para decir de que para cualquier jugador de la NFL, no existe nada más grande que estar en un Super Bowl y llevarse la mayor gloria que acariciar el trofeo Vince Lombardi.
Es por esa razón que este domingo tanto Denver como Nueva Inglaterra así como Carolina y Arizona, tendrán el partido de su vida porque de cualquier modo, dos de estos cuatro ya no viajarán a la bahía y lo mínimo que se puede pensar, es que tendrán que vivir miles de hora sumidos en un síndrome que se caracteriza por una tristeza profunda por no estar en el cerrojazo de la temporada de oro.
Todo comenzará en la casa de los Broncos después de una extensa temporada pero invariablemente, siempre finaliza en el mismo espacio con Tom Brady y Peyton Manning y que por lo que se ha vivido, la única divergencia es que este encuentro se puede decidir por muy buenas defensas y que si los Broncos pueden salir adelante, es que el quarterback de Denver y su ofensiva, pueden redescubrir su forma.
Será la quinta ocasión en que estas dos leyendas se topen en un partido de postemporada que marca el de mayor historia en desafíos entre mariscales de campo superando el de Flacco y el mismo Brady con 4 al igual que Steve Young y Brett Favre con la misma cantidad de partidos y el de Terry Bradshaw y el inolvidable Ken Stabler y que de cualquier manera, el Super Bowl L estará representado por la Conferencia Americana por Brady o Manning por séptima ocasión en los últimos diez años.
La clave para la escuadra de Gary Kubiak, es mantener al líder de la ofensiva de los Patriotas fuera del terreno de juego el más tiempo posible pero Manning necesita el apoyo de su trinchera quién tendrá a una defensa de enjambre por lo cual, lo más probable es que se atreva a lanzar profundo en la mayor parte del encuentro sin embargo, C.J. Anderson promediaba cinco yardas por acarreo frente a los Acereros la semana pasada.
Y por el otro lado, es una pena que el partido entre las Panteras y los Cardenales, no se lleva a cabo bajo las candilejas a todo lo que dan en un Súper Domingo porque las 28 victorias combinadas en la fase regular entre Carolina (15) y Arizona (13), son la mayor de dos equipos que se miden en playoffs desde el 2004 y que desde la era moderna, es el primer choque con dos escuadras que distribuyen por lo menos 30 puntos por partido.
Una contienda a muerte entre los receptores abiertos de los pájaros en contra de la secundaria del equipo de Ron Rivera donde el argumento más inútil de la semana, es la ridícula versión sobre el duelo entre Larry Fitzgerald y Josh Norman acerca de que el jugador de Arizona encaja principalmente en la ranura mientras que el mejor esquinero que hay en la actualidad, cubre en apenas 1.4 por ciento de sus jugadas. ¿Qué les parece?
No cualquier domingo como el de hoy.
Rodolfo Cerpa Robles
Rjcerpa@hotmail.com