Oklahoma y San Antonio, ya se encuentran listos para seguir en la guerra después de despacharse a Dallas y Memphis quienes ni las manos metieron en la primera ronda de la Conferencia del Oeste de los playoffs de la NBA y todo indica que Portland, que finalizó sembrado en la quinta posición, dejará fuera a los Clippers y todo a que dos elementos del conjunto de DocRivers y que son casi el alma del equipo como Blake Griffin quién ya quedó fuera de postemporada y Chris Paul que también está en duda, tendrán a la escuadra de Los Ángeles más desprotegidos que los aficionados que fueron víctimas de los inadaptados seguidores de los Tigres por lo que los Blazers, se verá con la más negra porque es más seguro decir que se va a congelar el mar, que la escuadra de Houston deje fuera a los campeones y de esta manera, Golden State se tope con el equipo de Oregón en la otra semi-final.
Pero ahora la bronca para la escuadra del flamante coach del año Steve Kerr es que, si quieren consumar una campaña de arrebato con una segunda corona de manera consecutiva, van a necesitar que subsistir las próximas dos semanas sin el alma del equipo ya que, el mejor jugador de baloncesto del mundo que existe en la actualidad, se encuentra en el hule y que, ante esta situación, es un leñazo imprevisible para las ilusiones de los Warriors.
La escuadra de la bahía, era evidente de que no competía contra adversarios tanto como su propia creatividad con una detonación a un registro de la NBA de 24-0 al inicio y el teleobjetivo a través de la estría de arribo del calendario regular con su marca que ya quedó en los anaqueles de la historia de 73-9 colmado de alegría, fulgor y sin líneas divisoras como las que quiere poner el burro de Trump, conjuntamente Golden State consideraba a la campaña del basquetbol, como un paseo por la Morelos.
Cuando el corazón de los campeones se desplomó en el Toyota Center con 7 segundos por jugar en la primera mitad del domingo anterior, más o menos se podía palpar a las placas geológicas que se venían para abajo en la postemporada de la NBA por lo que San Antonio, que terminaba todo lo que quedaba de los Grizzlies, sólo le decían "Hola" al Thunder con la nueva "maléfica postura" de Kevin Durant y Russell Westbrook.
Y entonces los que sí dicen: "Hola, ya estoy en casa" son los Cavaliers que observaban al guardia Reggie Jackson (homónimo de Mr. Octubre) así como Andre Drummond al igual que a Marcus Morris y al resto de los Pistones, como salieron con la cabeza en alto del Palacio de Auburn Hills el lunes pasado mientras que LeBron, Irving, Kevin Love y toda la gente de Tyronn Lue, abandonaron Detroit con las calabazas unidas.
Ya Cleveland espera lo más seguro a Atlanta porque el panorama de los Celtics, se ve más negro que cuando uno ve a los dementes aficionados de la U. de Nuevo León o de los Rayados porque primero hay que ganar este jueves en Boston para empatar la serie pero después, hay que ir otra vez a Georgia para hacer la maldad pero con el descanso de los Cavaliers, ni pensar que tanto los Hawks o que un momento casual, el equipo de Brad Stevens pueda hacerle sombra a la escuadra de Ohio.
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