Pérdida. Familiares de Shimon Peres agradecieron las muestras de solidaridad tanto de líderes como de personas de todo el mundo. (AP)
Shimon Peres fue sepultado ayer viernes por decenas de líderes mundiales que elogiaron al expresidente y exprimer ministro israelí por buscar la paz incansablemente, aun cuando su visión de un "Nuevo Medio Oriente" nunca se hizo realidad.
Fue el último tributo a un hombre que personificó la historia de Israel durante su notable carrera de siete décadas en política y que era considerado por muchos un potente símbolo de las esperanzas de paz en Oriente Medio. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el expresidente Bill Clinton y el líder palestino Mahmoud Abbas encabezaron la larga lista de líderes mundiales que se congregaron en el cementerio nacional de Israel, el monte Herzl, para la ceremonia. En un gesto hacia el líder palestino, Abbas estuvo sentado en primera fila en el funeral.
Entre los dignatarios extranjeros estaba el presidente francés Francois Hollande, el príncipe Carlos de Gran Bretaña, el presidente alemán Joachim Gauck y el primer ministro canadiense Justin Trudeau. En su intervención en la ceremonia, Obama dijo que Peres "sabía más que los cínicos que si uno ve el arco de la historia, hay que sentirse lleno de esperanza y no de temor".
"Estamos reunidos aquí hoy sabiendo que nunca vio cumplido su sueño de paz. La región está en medio de un momento caótico. Cunden las amenazas. Y sin embargo Peres no dejó de soñar y no dejó de trabajar", dijo el mandatario estadounidense. Peres, premiado con el Nobel de la Paz y que ostentó todos los cargos de poder en su país, entre ellos los de presidente y primer ministro, falleció la madrugada del miércoles, dos semanas después de sufrir un derrame cerebral. Tenía 93 años.
El funeral de ayer viernes fue el más multitudinario en cuanto a presencia de líderes extranjeros desde el del primer ministro Yitzhak Rabin, socio de Peres en su objetivo de lograr la paz y que fue asesinado por un nacionalista judío en 1995. La ceremonia provocó numerosos desafíos logísticos y de seguridad, y las autoridades cerraron varias carreteras, incluyendo la autovía que une Tel Aviv y Jerusalén.
En una emotiva elegía, Clinton describió a Peres como "un gran defensor de nuestra humanidad común", habló de su amistad de un cuarto de siglo y rechazó a los críticos que retratan al israelí como un soñador ingenuo. Recordó una reunión con Peres en la que niños árabes e israelíes cantaron juntos "Imagine", de John Lennon.
"Empezó su vida como el estudiante más brillante de Israel, se convirtió en su mejor maestro y terminó siendo su mayor soñador", dijo Clinton. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo en su intervención que la lista de asistentes era un testimonio del optimismo de Peres, de su búsqueda de la paz y de su amor por Israel. "Él era el gran hombre de Israel. Era un gran hombre del mundo. Israel le llora. El mundo le llora", manifestó.
Peres y Netanyahu, de corte más beligerante, mantuvieron un encendido enfrentamiento político y tenían visiones del mundo muy diferentes. Pero Netanyahu dijo que tenían una fuerte relación personal y describió a Peres como un hombre con visión. "Lo te quería. Todos te queríamos. Buen viaje Shimon. Querido hombre. Gran líder", agregó.
El presidente actual de Israel, Reuven Rivlin, expresó su respeto al hombre a quien sucedió en el cargo.
"Tuve la buena fortuna de poder trabajar contigo como socio en la construcción del estado de Israel desde su fundación", declaró Rivlin. "Te esforzaste hasta tu último respiro para alcanzar la cima del sueño sionista: un estado independiente, soberano, viviendo en paz con sus vecinos".
Tras el funeral, una guardia de honor de ocho miembros trasladó el féretro a su tumba mientras otros soldados portaban coronas. Netanyahu y Obama charlaron durante el trayecto, conversando también con la familia de Peres.
La bandera de Israel fue retirada del ataúd a medida que éste descendía al interior de su tumba. La hija de Peres, Tzvia Walden, recordó la inagotable energía de su padre, su empeño por conseguir la paz y su negativa a retirarse. "Por mucho tiempo traté de alcanzarte, pero ahora, haz caso a estas amables palabras. Bien mereces un descanso en paz".
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