Confianza. El obispo de Saltillo, Raúl Vera, tiene una opinión positiva del Papa Francisco.
El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, anda con prisas. Habla de temas de protección civil como de la iglesia, del Papa Francisco o de la política en México. Critica con la misma vehemencia la mentalidad de los párrocos como las reformas del país o la violencia que azota a la nación, la cual concibe como una "estrategia de control".
"Es un plan que tiene como fin mantener con miedo a la gente para no reclamar las reformas que están afectando a los mexicanos", ahonda en su teoría. Vera cree que el Evangelio se vive afuera y no necesariamente dentro del templo. "El sentido religioso es algo connatural al ser humano. El espíritu religioso es algo que brota, es algo inalienable, es parte del ser humano", opina el obispo dominico.
¿Por qué cree entonces que hay menos feligreses?
-Porque nosotros tenemos que cambiar nuestro cliché. Nos quedamos ligados a que lo sagrado es un espacio superior donde nosotros mismos estamos metidos. Por eso a las mujeres no las dejábamos entrar y les pusimos las trabas. Las mujeres no podían entrar a los presbiterios. El sacerdote era una persona que tenía un dominio como que él bajaba a lo sagrado, como que él bajaba a Dios, y esto ya cambió.
¿Hay sacerdotes que todavía se sienten dioses?
-Desgraciadamente el defecto del clericalismo no se nos ha quitado. Es de las cosas con las que lucho aquí, que nos sintamos superiores a los demás sólo porque somos clérigos. El Concilio Vaticano II ya hace eco de la época moderna, donde el hombre ha dejado ese fetichismo de aplicarle al sacerdote unos poderes que le hacen temer a la persona. El mundo secularizado tiene otras explicaciones, paradigmas, nos ve al tú por tú.
El obispo Raúl Vera tiene una opinión positiva del Papa Francisco. Lo cita frecuentemente como respaldo de sus opiniones. "Volvió a poner la renovación conciliar en el tapete", dice.
-El papa Francisco ha promovido varios cambios, pero parecieran más cosméticos que de fondo. La realidad es que aún no se institucionaliza. ¿Por qué?, porque aquí estamos los clérigos.
¿Ustedes son el problema?
-Somos el problema, nosotros somos los que estamos aferrados a que el orden sagrado me hace bonito, pues mi trabajo me dio -se carcajea.
El papa Francisco ya habló sobre el tema de las personas divorciadas. ¿Sería el momento de que la Iglesia los acepte?
-El Papa ha dicho que no están excomulgados. Vamos a esperar el sínodo. El Papa ya hizo un presínodo, vamos a esperar qué dice el sínodo. El papa, viendo que son temas muy duros empezó a calcular; es muy hábil, muy hábil, muy cuco como dicen en mi pueblo, muy astuto. La gente así llega, como la tratamos así llega. Lo que está pidiendo el Papa es que seamos mucho más humanos. ¿Cómo lo va a resolver?, vamos a esperar el sínodo.