A principios del Siglo XX, tuvo lugar una auténtica revolución en el zapato femenino.
En la primera década del Siglo XX, aún se realizaban zapatos con pedrería y de tela bordada, aunque lo más utilizado en esa época (tanto por hombres como por mujeres) fueron las botas.
Esta época ha sido considerada como el siglo del zapato femenino, en ella predominó un estilo de mujer liberada que prefería los zapatos cómodos y resistentes antes que el glamur.
Poco a poco, las mujeres se incorporaron a la esfera pública debido en parte a que tenían que sustituir en el trabajo a los hombres que marchaban a la guerra y por lo tanto, se puso de moda un look andrógino y práctico, por lo que volvió el calzado bajo. Por las guerras escasearon los materiales y el cuero fue sustituido por otros elementos menos nobles como el plástico y la tela, entre otros.
Fue un periodo de la historia en donde rápidamente se incorporaron nuevos materiales a la fabricación del calzado e irrumpieron con fuerza diferentes tipos de cimentación en los trabajos de montado y pegado. El caucho, el corcho y la madera, se utilizaron como componentes en las variaciones de la moda, tanto en tacones, suelas y plataformas.
Manos creadoras Cuando hablamos de la historia del calzado en el Siglo XX, no se puede dejar de mencionar a los principales creadores italianos, franceses y un británico radicado en Estados Unidos: Perugia, Ferragamo, Jourdan, Vivier y David Evins, quienes marcaron desde entonces las tendencias que al día de hoy aún están vigentes.
Décadas y diseños
En la década de los años 20 (después de la Primera Guerra Mundial), mientras las faldas subían, los pies y las piernas se hacían notar con tacones y tiras sexys, aunque también se utilizaron lazos, cintas y hebillas.
En 1925, el calzado toma formas y colores inesperados y hace su aparición el tacón de aguja y la puntera afilada.
El tacón alto sólo era una atractiva moda femenina en el calzado y las sandalias permitían lucir las uñas pintadas. Hacia 1940, el mundo del espectáculo inspira a los fabricantes que (evocando el ballet clásico), crean el modelo “ballerina”, también llamado “gacela” o “chatita”.
En los años 50, llega el tacón de aguja o stiletto, que vuelve a ser de nuevo alto y sutil. Varían los colores, modelos y materiales, se ven tacones finos, gruesos, curvos, rectos, punteras angostas, cuadradas y redondas.
Los años 60 la bota fue uno de los emblemas. El cuero perdió suscualidadesutilitariasysetransformóenlienzodediseños psicodélicos multicolores, en plástico y vinilo. Aparece una gran variedad de estilos. En 1970, es la década en la que termina el auge de esos llamativos estilos vanguardistas para dar paso al zapato rojo que crea la ilusión de movimiento gracias a las líneas que tiene la plataforma dorada y demás estilos de plataforma.
En los 80, renace el furor por la bota. Lo más peculiar de esta nueva moda es que fue protagonizadaporlasbotasvaqueras, gracias a la película Urban Cowboy es que se desarrolló una moda que colocó a la bota vaquera.
En los últimos años del Siglo XX, se encuentra a la bota ya instalada en todos los guardarropas. Al llegar los 90, todos los estilos parecieron mezclarse. Y es gracias a las chicas del grupo Spice Girls, que resurgieron las plataformas.