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Emergencias sexuales

Nadie quiere llegar al hospital a atenderse de una urgencia sexual

Foto: Archivo Siglo Nuevo

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Psicólogo Sexólogo Silvestre Faya

La lista de emergencias sexuales es interminable y va desde objetos atorados en el recto, intoxicaciones provocadas por usar sustancias que supuestamente ayudan a deleitarse sexualmente o que causan una placentera euforia, fracturas de pene, coágulos sanguíneos, golpeados, machacados, etcétera. Situaciones que van desde los vergonzoso hasta lo mortal.

Tanto en pareja como de manera individual, las unidades médicas de urgencias llegan a recibir a pacientes que buscando incrementar su placer sexual se metieron en un grave problema.

Todos los hospitales tienen sus anécdotas sobre una enorme diversidad de objetos en el recto y vagina de múltiples pacientes. La inventiva humana desafía la imaginación del más avezado novelista para lograr el placer sexual introduciendo en el cuerpo tijeras, frutas, verduras, pistolas y secadoras de pelo, por mencionar sólo algunos ejemplos.

EMERGENCIAS SEXUALES FRECUENTES

Combinaciones peligrosas: a partir de la aparición de los medicamentos contra la disfunción eréctil, como el viagra, levitra o cialis, las combinaciones no autorizadas entre estos fármacos es la causa más común de ingreso hospitalario en cuanto a emergencias de índole sexual.

Pacientes con tratamiento contra la angina de pecho que tienen contraindicado usar estos fármacos y que a pesar de ello se arriesgan, caen con frecuencia en reacciones adversas y deben ser atendidos en el hospital. Por otra parte, muchos jóvenes varones consideran que estos medicamentos son 'afrodisíacos' y los usan sin necesitarlos, llegando a presentar erecciones dolorosas que requieren atención médica para evitar la formación de coágulos sanguíneos en el pene.

•Objetos inadecuados: la excitación sexual solitaria y la masturbación consecuente puede tornarse peligrosa si se realiza la introducción de un objeto por el recto y este llega a quedar alojado dentro sin posibilidad de extraerlo. La variedad de objetos combina verduras como papas, zanahorias, pepinos, focos, cables con todo y enchufe, botellas de refresco, de vino, vibradores, juguetes y hasta pistolas.

•Desgarraduras vaginales y rectales: en el afán de hacer gemir a la pareja de placer muchos amantes recurren a introducir objetos de tamaños diversos en el ano o vagina de su compañero, sólo que en no pocas ocasiones es tal la excitación o el uso de sustancias anestésicas locales, que no se dan cuenta a tiempo, de que están dañando el área estimulada, requiriendo puntos de sutura o atención medica directa.

•Intoxicación: tener sexo dentro del auto, cochera o local cerrado puede llevar a una intoxicación por monóxido de carbono. La excesiva temperatura corporal atribuible a la excitación sexual nubla con frecuencia la capacidad mental y hace tomar riesgos de elevada peligrosidad. Este es uno de ellos y muy frecuente.

•Fracturas de pene: Aunque el pene no tiene hueso en su interior, es tal la rigidez que pueden alcanzar los cuerpos cavernosos al llenarse de sangre, que una fractura al doblarlo durante un arranque apasionado puede llegar a provocarle ruptura de vasos sanguíneos, dolor, inflamación y posteriormente una curvatura molesta o incapacitante de la penetración sexual.

•Accidentes en automóvil: un accidente sexual harto frecuente es el provocado al realizar la felación en un auto en marcha, lo que puede provocar desde un frenazo con consecuencias dolorosas hasta un choque. Puede parecer poco común pero la estadística hospitalaria no miente; se dan mordidas poderosas en el pene durante el sexo oral en un auto en movimiento.

•Exhibicionismo peligroso: algunas parejas disfrutan teniendo sexo en áreas visibles y peligrosas. Aún tenemos fresco el recuerdo de la pareja que cayera al vacío desde un balcón cuando estaban en el lance sexual. Otras tantas han salido huyendo por ventanas o balcones cuando sostenían tórridas relaciones sexuales con personas casadas.

•Juguetes contraproducentes: en la búsqueda incesante de placer sexual desbordado, las ayudas sexuales pueden voltearse contra quien las usa. Un motivo constante de atención médica son los anillos y ligas del pene que llegan a provocar dolor, hematomas y coágulos sanguíneos. Se han dado casos de penes atrapados dentro de tubos metálicos que finalmente deben ser amputados.

DECISIONES RIESGOSAS

Nadie quiere ser usado de ejemplo para hablar de urgencias sexuales. La razón más común para caer en estos desafortunados accidentes es una extraña combinación de ignorancia, excitación sexual y la peregrina idea de “a mí no me va a pasar nada”.

Sin que constituya un accidente sexual que le mande a la sala de urgencias de un hospital, el uso de lubricantes sexuales caseros puede contribuir a un embarazo no deseado o a contraer una infección sexual.

Como improvisación para sustituir la lubricación vaginal o penetrar el ano, con frecuencia algunas parejas optan por utilizar aceite comestible, mantequilla o vaselina. Estos 'lubricantes' son ineficientes, por lo que resecan, lastiman y pueden llegar a romper el condón, aparte de que llegan a oler mal.

Si, por ejemplo, se llega al extremo de usar saliva como lubricante, se presenta la desagradable sorpresa de un ardor vaginal o anal indeseado, pues su acción lubricante dura muy poco. Por otra parte, un condón roto a causa de un lubricante inadecuado evitará la función preventiva contra enfermedades y embarazos.

SEXUALIDAD CONSCIENTE

La curiosidad mató al gato, dice el refrán, y en cuestiones sexuales la ingenuidad mató al hombre, ya que ingenuidad sexual es creer que lo que la pareja dice, necesariamente es la verdad. Muy poco probable es que un hombre o mujer en la actualidad diga siempre la verdad. Vivimos en una sociedad egocéntrica que miente de acuerdo a lo que considera mejor a sus intereses.

La única forma de mantenerse a salvo de una infección trasmitida sexualmente es el llamado sexo seguro, este incluye la abstinencia sexual, la fidelidad a la pareja y el uso de condón.

Mantenerse fiel a la pareja sexual es un requisito difícil de comprobar en la sociedad presente tan dada a promover la sexualidad erótica arriesgada. Muchas mujeres casadas les reclaman a sus maridos el haberlas contagiado de infecciones de trasmisión sexual que van desde gonorrea hasta el virus del papiloma humano o el VIH.

La alternativa de Sexualidad Consciente conlleva no tomar riesgos basados únicamente en la confianza. Quienes optan por esta alternativa se someten con periodicidad a valoraciones médicas que certifiquen la ausencia de enfermedades trasmitidas sexualmente, promueven el apego a la pareja mediante un modelo de fidelidad compartida y como una protección al otro, el uso constante del condón masculino y femenino.

Accidentes sexuales por imprudencia, ingenuidad o deshonestidad pueden llevar a la persona a la zona de urgencias, terapia intensiva, enfermedades transmisibles o desengañados sexuales. En la vida, la salud no tiene precio y la mejor manera de conservarla es la prevención.

www.sexologosilvestrefaya.com

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