Sin mejoras. A lo largo de estos 28 años los maestros han hablado con diferentes autoridades.
A 28 años de que se fundó, el kínder Helen Keller sigue construido con madera y techos de lámina de cartón en una zona de riesgo de Chilpancingo, Guerrero.
En esas condiciones, niños de las distintas generaciones han recibido clases en esta escuela que lleva el nombre de la fallecida activista estadounidense.
La maestra Blanca Sebastián Cuevas, de este centro educativo, afirmó que desde 2015 la SEP colocó a este kínder en el programa Escuelas de Excelencia dentro de la Reforma Educativa.
"Pero, ¿a poco esta escuela deberá de ser de excelencia, cuando aquí los niños reciben clases prácticamente en la intemperie, sin los servicios de luz eléctrica, agua y drenaje, además de que estamos en una zona de alto riesgo?", señaló la docente.
En este ciclo escolar, la matrícula llegó a 72 alumnos.
Hace más de un mes las lluvias y los vientos destrozaron la madera y el techo de láminas de cartón.
Desde entonces, el personal docente y padres de familia han realizado protestas para exigir la entrega de tablas de madera para reconstruir las paredes.
Este miércoles, el alcalde Marco Antonio Leyva, quien en campaña se comprometió a construir un muro de contención, les regaló 40 tablas de madera en vez de las 300 que le habían solicitado.
La madera que se requiere es para cubrir los huecos en las paredes y reconstruir un cuarto que está habilitado como aula escolar.
La maestra Blanca Sebastián contó que, a lo largo de estos 28 años, han hablado con diferentes autoridades federales, estatales y municipales para pedirles la construcción de la escuela.
Mencionó el caso del actual gobernador Héctor Astudillo, quien las dos veces que fue alcalde de Chilpancingo engañó a los profesores y padres de familia con que gestionaría ante la SEP la construcción del edificio.
Señaló que uno de los pretextos que ha puesto el Instituto de Infraestructura Educativa de Guerrero (Igife) para no construir el edificio es que está un una zona de alto riesgo.
De hecho, los cuartos que están habilitados como aulas escolares se encuentran casi en una ladera.
"Nos dieron un terreno en esta misma colonia, pero las autoridades dicen que tampoco pueden construir la escuela porque también está en una zona de riesgo, entonces ¿quién diablos los entiende?", afirmó la maestra.
Contó que en 2015 la SEP les otorgó 400 mil pesos dentro del programa de Escuelas de Excelencia, y que ese dinero se utilizó para la compra de computadoras, un cañón, cámaras de video y fotográfica, además de material didáctico.
"Pero aquí no podemos tener este material porque nos lo roban, además de que aquí no hay las condiciones para utilizarlo", afirmó.
Otro problema que enfrentan el personal docente y alumnos es la violencia e inseguridad que prevalece en esta zona poniente de esta ciudad.