Yunika perderá el título una vez que alcance la pubertad. (INTERNET)
Una niña de siete años fue seleccionada para convertirse en diosa viviente debido a tener 'pestañas como una vaca’ y una ‘voz tan clara como un pato’, según señala el periódico ‘The Daily Mail’.
El nombramiento es parte de una tradición antigua que dice deidades en forma de niños viven entre los humanos. La diosa Kumari, como es nombrada, es adorada tanto por hindúes como por budistas.
Yunika, como se llama la niña, aún vive con sus padres, pero durante el Festival Hindú de la lluvia, las personas deben presentarse ante ella, incluso el Primer Ministro de Nepal, Pushpa Kamal Dahal, debió también hacer una reverencia frente a la niña.
Los padres de Yunika además debieron dejar sus trabajos para tomar la labor de cuidadores, ya que los Kumari no pueden salir de casa más que para ocasiones especiales y sus pies nunca pueden tocar el suelo.
Antes de ser elegida para Kumari, la niña debió pasar varias pruebas, tener una actitud serena pero intrépida o contar con un mapa astral favorable para el rey, entre algunos de los criterios de elección. Y aunque ahora ella es una encarnación de la diosa hindú Durga, Yunika perderá el título una vez que alcance la pubertad, cuando regresará a ser como cualquier otro ciudadano de Nepal.
La ex Kumari, Rashmila Shakya, de 32 años, declaró a la cadena ABC para un documental en Estados Unidos: "Cuando era un Kumari, no me era permitido caminar fuera. Así que fue un poco incómodo cuando, después de que me retiré de la casa Kumari, caminar por la carretera".
En 2008 el Tribunal Supremo de Nepal anuló la petición para poner fin a la práctica, haciendo énfasis en el valor cultural que representan este tipo de tradiciones, que han tomado importancia en el país, en especial a partir del terremoto de 7.8 grados que se sintió en Abril de 2015.
