En el rancho El Limón, donde fueron localizados los restos de dos de los cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca el 11 de enero, la delincuencia organizada no sólo asesinaba, sino que "desaparecía" a sus víctimas, reveló el fiscal general del estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras.
El funcionario estatal admitió que localizaron en ese rancho cientos de piezas diminutas de cuerpos humanos, lo que hace presumir que los criminales intentaban borrar toda evidencia de sus ilícitos.
"Ese lugar efectivamente era utilizado, cruelmente, para desaparecer a sus víctimas, no solamente era ejecutar o quemar alguna persona, era desaparecer. La manera en la que se encuentran estas pequeñas piezas [de restos humanos], no tenía otra razón de ser más que aquella que fuera no localizar absolutamente nada", agregó.
Los cuatro hombres y una menor de edad, originarios del municipio de Playa Vicente, fueron detenidos por policías estatales cuando transitaban por Tierra Blanca procedentes del puerto de Veracruz y desaparecieron.
Como parte de las investigaciones fueron detenidos seis policías y el jefe de la delegación de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, a quienes se acusó y se consignó por el delito de desaparición forzosa.
El fiscal estatal detalló que los peritos explicaron que al ser las piezas diminutas, los resultados de las pruebas son indubitables, de tal forma que no se puede saber, en estos momentos, a cuántas personas corresponden.
Señaló que los especialistas han venido realizando un trabajo sumamente arduo, pues muchas piezas humanas fueron localizadas dentro de un río que atraviesa el rancho.