Las personas que administran sus ingresos siempre planifican sus gastos. Tienen disciplina en el gasto, pueden que algunos no lleven control adecuado, pero observan siempre ciertos principios que les permiten decidir cuánto invertir, cuánto ahorrar, cuánto gastar. Muchos llevan un control de gastos personales y vigilan no excederse. Llevan los gastos del hogar con bastante disciplina, lo cual incluye un rubro de eventualidades en su plan de gastos.
Las personas que administran sus ingresos difícilmente gastan de manera impulsiva o estimulada por el marketing, pero al mismo tiempo tienen una idea clara de las metas que quieren cumplir año con año. La mayoría de las personas que no tienen esa mentalidad, no esta asociada con los objetivos financieros y menos con metas a largo plazo. El corto plazo y el placer inmediato son su modelo de vida, las personas compulsivas con el consumo no tienen disciplina financiera, pues su forma de pensar de manera consumista los hace suponer que con ingresos altos podrán tener la misma riqueza.
De acuerdo con la actitud de las personas ante el dinero, es posible identificar cuatro grandes perfiles:
1.- Los consumistas: Actúan pensando que el dinero es para gastar, pagar sus compras, gustos y que aún no tiene buenos ingresos, pueden darse ciertos lujos y gastar a lo máximo que ellos se permiten. Viven con una apariencia de riqueza, aunque en la realidad son esclavos de su adicción al gasto, son esclavos modernos del Siglo XXI, no dejan de trabajar porque tienen muchas deudas por pagar.
2.- Los avaros: Consideran que el dinero es el único propósito de su vida. La vida centrada en el dinero no les permite realizar otras cosas, puesto que cualquier diversión es un gasto superfluo. Viven con una inseguridad a tal grado que no se dan permiso para disfrutar de la vida. Su falta de seguridad no les permite asumir riesgos de inversión ni financieros porque creen que pondrían en peligro su estabilidad personal.
3.- Los que administran eficientemente sus ingresos: Son personas que creen que se puede acumular riqueza y además disfrutarla que la vida requiere una visión clara de lo que se desea para el futuro financiero. Como tienen claro sus objetivos, planean sus gastos y sus ahorros. Asumen riesgos en ciertas inversiones y buscan oportunidades todo el tiempo para incrementar la rentabilidad de su dinero.
