EL PESO DE LA CAMA
El sexo es una dádiva y el pilar del matrimonio, es el dialogo en los momentos mas simples de la vida. Ayuda a mantener la relación feliz y llena de fuego, la convivencia resulta una pieza esencial de bienestar de una relación. Hoy en día, se está pagando un precio muy caro con tanta tecnología disponible, se va perdiendo la interacción y el contacto de ambas personas, es el primer síntoma de la vida moderna sobre las relaciones humanas.
Lo que es el desequilibrado uso de las computadoras, el televisor, es un caos en la manera de conversar para la vida en pareja.
Estas herramientas afectan con la comunicación y desvalorizan las relaciones de la misma forma que los restaurantes de comida rápida, platillos congelados, redes sociales y entre otros dispositivos con acceso a internet, ha desvalorizado la sagrada y clásica reunión familiar con la que se gozaba en décadas pasadas.
Ya no vivimos la esencia de la cosas, ya no se vive con intensidad el intercambio de afecto, como el sostener las manos de la pareja o un afectuoso beso de las buenas noches o buenos días. En la cama, el sexo es para tener placer, Dios creó este tipo de placer para el ser humano, una cosa simple, limpia, que lleva al hombre y a la mujer a partir del momento en que la pareja se entrega y se conoce.
El creador nos hizo con todas las condiciones para tener una relación sexual y saludable, Dios no le mostró al hombre una revista de sex shop, ¡no! Nada de eso, Dios creó al hombre y a la mujer para darles un espacio para que se conocieran y para que se descubrieran. La cama es la base de una alianza que fortalece el pacto que se hace ante el altar. No son los hijos, el dinero o el cariño, si no el uno al otro es lo que se necesitan, y no es conveniente, si no una necesidad humana, es como comer y beber, no fueron creados para mal uso, y si para el bien y creado por el propio Dios. También, el sexo es para aliviar las tensiones, para fortalecerse, para unirse y renovarse, ambos se pertenecen el uno al otro. Por lo tanto, jamás debe de negarse el uno al otro para no contrarrestar las leyes divinas.
La orientación divina (Biblia) explica para los casados, que el acto sexual sólo es abominable cuando es contrario de la naturaleza humana, por lo tanto, no presenta ningún mal de conducta durante el acto sexual, ningún autor bíblico escribió cómo y qué hacer, ¿por qué? Porque Dios dio la libertad al hombre y la mujer para encontrar el camino de la felicidad, y la buena conciencia sintonizada con Dios da libertad a la pareja para tener un acto conyugal libre.
El matrimonio es fundamental en la relación humana, que simboliza una alianza eterna con Dios.
