Eran los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Gómez Palacio era todavía una ciudad tranquila y apacible; se podía caminar con seguridad por sus calles, incluso por la noche, cuando salíamos de alguna reunión...
... o fiesta, o de un baile, sin que hubiese peligro de un asalto o de un ataque. Si el evento al que asistimos se prolongaba hasta las primeras horas de la madrugada, terminábamos nuestra jornada en el Menudo de Doña Nico, negocio que, ubicado por la calle Escobedo, entre avenidas Allende y Madero, era atendido por ella misma y por Agustín Jaramillo, su hijo, hermano de Benjamín Jaramillo Salazar que destacó en oratoria...
La gente se trasladaba a su centro de trabajo, a su oficina, a su taller o a su escuela a bordo de los autobuses de Transportes Laguna, que prestaban el servicio entre las tres ciudades conurbadas de la Región Lagunera, con la ruta Torreón-Gómez-Lerdo que circulaba por la avenida Hidalgo, y las rutas, una por la Allende y otra por la Aldama, y un servicio directo Torreón-Lerdo. Las terminales estaban por Calzada J. Agustín Castro y Calle Degollado en Gómez, y por la calle Acuña en Torreón. Ya comenzaban a circular también los camiones de Transportes del Nazas...
En tal época se celebraba la llegada de la televisión a la Comarca, y los primeros programas que se trasmitieron fueron "Bonanza", "La Ley del Revólver", "Perry Mason" y "Los Intocables", entre otros... eran pocos los que tenían aparatos de televisión en su casa, sólo las familias de mejor nivel económico, y entonces algunas organizaban sesiones y cobraban un veinte (¡veinte centavos!) por permitirnos ver el programa televisivo. Era toda una novedad. Un Gómez romántico y de nostalgia.
En cambio, por no tener televisión el público, no sólo de Gómez Palacio sino de la Laguna en general, estaba prendido de sus aparatos de radio para escuchar la novela radiofónica "Corona de Lágrimas" que, trasmitiendo un capítulo diario durante muchos meses, tuvo un éxito indiscutible, pues era protagonizada por las actrices Doña Prudencia Griffel y Silvia Derbez y los primeros actores Roberto Cañedo, Fernando Mendoza y Enrique del Castillo. El pueblo se identificó y lloró con las actuaciones de doña Refugio, Olguita, Fernandito, Nachito, "El Pipiolo" y "El Dandy", si la memoria no me falla. Se trasmitía también por radio la serie "Carlos Lacroix: "Dispare, Carlos, dispare", que también tuvo gran aceptación... Y la XERS, trasmitía la sesión final del torneo de oratoria, en la voz de Luis Roque Balmaceda...
La avenida Aldama es una arteria perfectamente trazada que en el sur de la ciudad, inicia en el boulevard Miguel Alemán, y termina en el norte en la confluencia de avenida Independencia y Calzada Agustín Castro, pero librando el Cerro de la Pila, que se le atraviesa, todavía continúa y llega hasta la colonia La Esperanza...
Por esta avenida, entre las calles Patoni y Degollado, tenía su domicilio la respetable familia Cuéllar, integrada por don Carlos, doña Anita y sus hijos: tres caballeros: Carlos, Héctor y Ricardo, a quien llamábamos amistosamente "Iquis", y dos damas: Ana y Julia. Ahí, con el permiso y consentimiento del jefe de la casa, se reunía un grupo de amigos que lo convirtió casi en casa-club, en donde se escuchaba música y se platicaba sobre diversos temas de actualidad y de historia. Coincidían allí, entre otros, los hermanos Alfonso y Ramón Badillo Parra, José Medina Acuña, Miguel Ángel Silveyra Michel, Fabián Castañeda, Ciriaco Román Nava, que vivía frente a este domicilio, José Luis Yáñez Marques, y desde luego, los hermanos Cuéllar, que eran los anfitriones; quien esto escribe, también asistía con frecuencia, pues su casa se ubicaba por la misma acera con dirección al sur, casi llegando a la Degollado, en las casas de la ameritada profesora Inés Quevedo.
Precisamente en esta esquina de Aldama y Degollado estaba "La Jarochita", miscelánea bien surtida, en donde consumíamos refrescos, pepitas, cacahuates y otras frituras, y la gente compraba su "mandado"; atendida por doña Benigna "Nina" Vázquez y sus hijos Toño, Alejandro y Socorrito Mariscal, ahí nos surtíamos y luego volvíamos al punto de reunión.
La moda eran las radio-consolas; Poncho Badillo había comprado una que estaba prácticamente estrenando y la llevó a la casa de la familia Cuéllar, ahí la dejó durante un tiempo prolongado (no sé por qué), y en ese mueble tocadiscos deleitábamos el oído escuchando en discos de 78 y 45 rpm, así como en los "long play", que eran de 33: "Hierba Perfumada" de Aldo Rizzardi (acordeón), y la versión original en francés L'Herbe Perfumeé de Maurice Larcange; "Mu-cha-cha" de Sammy Kaye; "Palillos Chinos", "Tema de un Lugar de Verano" y "Buscando una Estrella" de Billy Vaughn.
Recuerdo igualmente a Connie Francis con "Invierno Triste"; "Tequila", con The Champs; The Five Blobs, con "La Burbuja", que después sacó El Loco Valdés en español, junto con "El Médico Brujo". Al mismo tiempo que "El Último Rodeo" con Cliffie Stone; Al Caiola con "Ruedas". "Jinetes en el Cielo" de Los Beatnicks; The Platters con "Only You", "Remember When" y "My Prayer (Mi Oración), que más tarde popularizaron en español Los Cinco Latinos; y luego la "Polka Pueblerina" interpretada por Los Montañeses del Álamo; ya se escuchaban también a Los Hooligans con "Agujetas de Color de Rosa".
Era este sector de la Aldama un barrio alegre; lo describo como importante porque en él tenía su residencia, por la acera poniente entre Degollado y Mártires, don José Medina Montalvo y su respetable familia, persona muy estimada que durante varias administraciones fue Jefe de Tránsito de Gómez Palacio; aún no se le denominaba Director y dependía entonces del Gobierno del Estado, siendo un personaje en la vida política regional, porque después laboró en la Secretaría de Turismo, donde coincidió con don Luis López Laguna, otro personaje célebre. Además, don José, fue un exponente de la Lucha Libre y en el ring se le conocía como Joe Medina; no tuve oportunidad de ir a ver en la Plaza de Toros Torreón, al papá de Pepe Medina, mi amigo...
Esta es una breve mirada musical, geográfica y antropológica al Gómez Palacio de ayer, que yo viví y comparto con usted en este Enfoque...