Generación
De Livais y
Crinolina
La cooperativa como organización de trabajadores para la defensa y protección de sus intereses, es una figura jurídica, económica y social que toma auge en y durante el gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas (1934-1940);...
1955-1965. Una década rica en acontecimientos nacionales e internacionales de importante trascendencia que influyeron de manera decisiva en el devenir de la historia, de la política y de la cultura: en diciembre de 1958 en México, Adolfo López Mateos asume la Presidencia de la República, y un mes después, el 1 de enero de 1959, se derrumba la dictadura de Fulgencio Batista ante el empuje de la revolución cubana iniciada el 26 de julio de 1953, al entrar triunfante en La Habana Fidel Castro, líder revolucionario. Fueron gobernadores de Durango en este período Enrique Torres Sánchez, Francisco González de la Vega y Enrique Dupré Ceniceros; presidentes municipales de Gómez Palacio Genaro R. Mijares, Francisco Galindo Chávez, Jesús María Pámanes Guerrero y Ramón González Martínez.
A nivel mundial, Elvis Presley había triunfado, y aparecía en las pantallas de cine y en los "novedosos" televisores caseros, lo mismo que en las grabaciones discográficas, interpretando las melodías que le darían fama y notoriedad como "rey del rockn'rol"; y a nivel nacional o doméstico, eran Guzmán, Costa, Muñoz, Vázquez y Angélica María, por mencionar a los más destacados, quienes deleitaban el oído y el gusto de una juventud frenética y rebelde, igualmente consciente y comprometida. Es la época de Rock Hudson. Elizabeth Taylor y James Dean, en "Gigante"; de Sandra Dee, Bobby Darin y Gina Lollobrígida en "Tuya en Septiembre"; de Doris Day con Hudson en "Problemas de Alcoba". De los Hermanos Soler, en México; doña Sara García, Joaquín Pardavé, sólo para dar una referencia. En Francia surge y se proyecta al mundo, Brigitte Bardot; en España, con La Violetera y El Último Cuplé, Sarita Montiel. En Italia, los de moda eran Sofía Lore, Rossano Brasi y Marcelo Mastroianni. La Familia Burrón, era una revista cómica en la que Gabriel Vargas hacía un retrato de la familia clase media baja de la Ciudad de México.
En esta época la juventud se caracterizó por el uso del pantalón levis strauss ("liváis"), prenda de mezclilla, importada de los Estados Unidos a nuestro país, y pronto logró aceptación entre los jóvenes mexicanos que complementaban su indumentaria con el cuello "semilevantado" de la camisa, porque se creía que tal modalidad daba categoría y presentación. El cabello abultado "de melena", peinado de copete alto, "envaselinado" a la moda de Presley, era también un signo de identidad de los jóvenes de este momento histórico. Pero, indudablemente, fue el pantalón liváis su prenda emblemática. Esta marca de pantalones, hoy conocidos como "jeans" no se comercializaba en las tiendas mexicanas, y entonces había personas, sobre todo damas, que iban "al otro lado" a traer un buen número de piezas y ponerlas a disposición de los juveniles consumidores.
Nosotros, me refiero a quienes vivimos esta etapa de la historia, ya sabíamos dónde encontrarlos y regularmente cada uno o dos años, reponíamos el que estábamos usando, porque además, hay que decirlo también, se tenía la rara costumbre de no lavarlos y los usábamos dos o tres días y hasta una semana seguidos, sin que conocieran el agua y el jabón. Algunos amigos decían en broma, que no se quitaban el pantalón hasta que por sí solo se parara por la dureza que le daba la "mugre", dejándolo "tieso". Éste era el caso de los varones; en las jovencitas, las "chavas" como se diría hoy, la moda era la falda amplia y bajo ésta el uso de una prenda denominada "crinolina, que las muchachas "almidonaban" para darle más vuelo al vestido; ya aparecían las primeras "minifaldas", atrayendo la atención y las miradas del sexo masculino, y se decía con sorna que cuando había fuertes vientos era día de "san-cas-te veo" de las que usaban minifalda; completaban su atuendo con un peinado de "cola de caballo".
Esta generación del liváis y de la crinolina; irrumpió con fuerza y determinación en el desarrollo histórico del país, que adquirió conciencia política al enterarse y reflexionar sobre fenómenos sociales de alto impacto como la huelga de los trabajadores ferrocarrileros encabezada por Demetrio Vallejo; el movimiento revolucionario magisterial de Othón Salazar y las protestas de los médicos del ISSSTE, del IMSS y de la SSA, de 1964-1965 en demanda de prestaciones y por mejores condiciones laborales; el encarcelamiento y posterior liberación de líderes sociales como Valentín Campa, David Alfaro Siqueiros, el propio Vallejo y la presencia de intelectuales y escritores que asumieron un papel protagónico de simpatía hacia las causas populares: Lombardo Toledano, Renato Leduc, Blanco Moheno , e igualmente de periodistas, como Pagés Llergo y Julio Scherer.
Generación que no sólo bailó al compás del rock y posteriormente del twist, pues nada de frívola y despistada tuvo, sino que se interesó por el desarrollo y explicación de acontecimientos de carácter nacional e internacional como la Guerra de Vietnam, la llegada del hombre a la luna, la carrera armamentista y el desarme, la era espacial, las dos guerras mundiales, la interpretación histórico-materialista de la revolución mexicana, la llegada a la presidencia norteamericana de Kenneddy y su asesinato; el intento de invasión a Cuba por parte de los Estados Unidos, la presencia de misiles rusos en aguas del Mar Caribe que pudo desatar la tercera guerra mundial, los agresivos discursos del líder ruso Nikita Krushev en la Asamblea de las Naciones Unidas golpeando el pódium con sus zapatos, el movimiento pacifista de Ghandi que logró la independencia de la India en 1947, las relaciones secretas de Franco y Hitler, la política internacionalista de López Mateos era la No Intervención de un Estado en los asuntos de Otro y la Autodeterminación de los Pueblos, cuando decía: "nada justifica atacar el derecho ajeno porque en él está la paz", parafraseando al gigante del derecho mexicano, Benito Juárez.
Generación interesada en la educación y la cultura, lectora ávida de libros de autores extranjeros y mexicanos: El Capital de Carlos Marx; La Guerra y la Paz de León Tolstoi; El Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels; Casi el Paraíso, Las Horas Violentas y Más Cornadas dá el Hambre de Luis Spota; Cuando Cárdenas nos dio la Tierra, y Juárez ante Dios y ante los Hombres de Blanco Moheno; Historia de la Revolución Mexicana de Jesús Romero Flores, Ulises Criollo de José Vasconcelos; El Hombre Mediocre de José Ingenieros; Visión de los Vencidos de Miguel León Portilla, etc. Y el gusto por la poesía cívico-histórica mexicana: El Credo de López Méndez; Suave Patria de López Velarde; Raza de Bronce de Amado Nervo; Canto a Cuauhtémoc de López Bermúdez; y por la novela costumbrista: El Periquillo Sarniento de Lizardi; La Vida Inútil de Pito Pérez y Apuntes de un Lugareño de José Rubén Romero; El Llano en Llamas de Juan Rulfo; así como la novela revolucionaria: Los de Abajo de Azuela; El Águila y la Serpiente y La Sombra del Caudillo de Martín Luis Guzmán; Al Filo del Agua, y Las Tierras Flacas de Agustín Yáñez; e igualmente la poesía social y escolar como El Brindis del Bohemio, La Chacha Micaila, Porqué me quité del vicio, Los Motivos del Lobo, El Seminarista de los Ojos Negros, Nocturno a Rosario, Reir Llorando, Muñecas y Fusiles, En Paz, y A Gloria, del veracruzano Díaz Mirón, poema éste de profundidad filosófica, pues contiene versos como los siguientes:
Erguido bajo el golpe en la porfía
Me siento superior a la victoria;
Tengo fe en mí, la adversidad podría
Quitarme el triunfo pero no la Gloria.
Los claros timbres, de que estoy ufano,
Han de salir de la calumnia, ilesos;
Hay aves que cruzan el pantano. . .
Y no se manchan, mi plumaje es de ésos.
Fiado en el instinto que me empuja,
Continúo por el camino que señalas:
El ave canta, aunque la rama cruja,
¡Cómo que sabe lo que son sus alas!
R_munozdeleon@yahoo.com.mx
