Cada seis o tres años, según la elección de que se trate, en los mexicanos se renueva la confianza en que las cosas van a cambiar para mejorar, de acuerdo a las propuestas que hacen los candidatos postulados...
... por los diferentes partidos o los que se lanzan de manera independiente; esta última una nueva modalidad.
En el Estado de Durango, como en otros estados, hay ahora efervescencia política y los aspirantes se encuentran en plena campaña electoral, tratando de convencer a los ciudadanos para que les otorguen el voto. Las campañas político electorales dan motivo a situaciones curiosas, que arraigan en la memoria colectiva y pasan a formar parte del anecdotario político.
Recuerdo ahora una que se contaba por los años setenta u ochenta del pasado siglo: En un distrito electoral del medio rural, don Pablo N. fue presidente de casilla. La ley dispone que el día de la jornada electoral, las casillas deben estar abiertas de las ocho de la mañana a las seis de la tarde para que la gente emita su voto, pudiendo cerrar antes de la hora indicada si ya votaron todos los electores de la lista. Don Pablo N. tenía prisa pues debía atender asuntos de su interés personal, así que cerró la casilla a las dos de la tarde.
Pero a las tres treinta, cuando aún no se retiraba don Pablo, acudió don Florencio, acompañado de esposa y de hijos con la intención de votar. Al encontrar cerrada la casilla, pregunta al presidente la causa y don Pablo N. le dice: "la casilla se cerró porque ya votaron todos". ¿Y también yo voté, y mi familia igual?, inquiere don Florencio. También, afirma seguro y contundente don Pablo. ¿y por quien votamos?, díganoslo por lo menos, todavía replica don Florencio. Contesta don Pablo, presidente de casilla: ¡Hombre, como quiere que le diga, ¿que no sabe usted que el voto es secreto?!".
Así se daban las cosas, en aquellos tiempos de turbulencia política, que muchas veces degeneraba en violencia y enemistaba a los ciudadanos por sus diferencias electorales.
Otra: El candidato a presidente municipal llega al lugar donde se celebra un mitin de apoyo a su candidatura, y el maestro de ceremonias que dirige el evento, usando el micrófono se "desgañita" convocando a los presentes "a votar por nuestro candidato, porque reúne los atributos y cualidades que aseguran será un buen alcalde, con él en la presidencia municipal se resolverán todos nuestros problemas"; cada vez que el invitador hacía elogios del candidato, un tipo ubicado en la parte posterior del recinto gritaba con voz estruendosa: "lambiscón". . .nueva mención de las cualidades del candidato, y otra vez la voz que viene de atrás: "palero". Y así varias veces, hasta que cansado del tipo "grosero", el locutor termina su intervención con estas palabras: "para que nadie diga que soy palero, barbero, lambiscón, u otra cosa peor, ¡que el señor candidato con todas sus virtudes y cualidades se vaya mucho "a chihuahua a un baile!" (expresión eufemística equivalente a mentada de madre). "Ya me voy". . .
Una más: El aspirante a un puesto de elección popular, necesitaba del apoyo de cierto número de organizaciones para poder registrarse como precandidato. Se presentó en la mesa de registro y entregó su solicitud. Al revisarla los encargados del asunto le hacen ver que le falta un apoyo. Para su buena suerte (no hay político sin suerte), pasa por ahí un señor con varias jaulas pajareras, de esos que solían hace años andar por las calles de las ciudades ofreciendo su mercancía (pajaritos silvestres, vulgarmente llamados "chileros", atrapados en el campo, pintados artificialmente y ofrecidos como canarios o gorriones), y al verlo el aspirante que quiere ser registrado, lo llama, lo aparta de los demás, platica con él y después de un buen rato hace que le firme una papelería y con ella se presenta nuevamente en la mesa con el apoyo que necesitaba: La "Asociación de Captores de Aves Silvestres Canoras y de Ornato, A.C." apoya a "Fulgencio Mascarones", para que sea registrado como precandidato a diputado por nuestro distrito. . . ¿Qué le parece la argucia del mexicano para lograr sus propósitos políticos?
La última: en la campaña político electoral de conocido candidato a gobernador del Estado de Durango, hace ya varios años, sus partidarios gratuitos organizaron un acto multitudinario para manifestarle su respaldo y asegurarle que votarían por él, porque estaban seguros que "sacaría al Estado del atraso y la marginación en que se halla", según decían sus "parafraseros". Sería un acto que quedaría en la historia porque participarían contingentes de varias municipalidades que a través de sus representantes expondrían al candidato sus demandas y "sentidos reclamos".
Al evento, asistieron políticos, empresarios, líderes obreros y campesinos, damas de la sociedad, en fin, la clase política y la élite social. Los organizadores querían complacer al candidato y quedar bien con él para ser tomados en cuenta una vez que ganase la elección y llegara al gobierno, y decidieron darle la bienvenida pidiéndole a la Banda de Música que amenizaba la reunión, que a su arribo lo recibieran con las notas de "El Corrido de Durango", que interpretaba el Charro Avitia y que inicia diciendo: "En Durango comenzó, su carrera de bandido y en cada golpe que daba se hacía el desaparecido. . ."; detalle "chusco" que obviamente no agradó al candidato; se equivocaron desde luego los organizadores, porque quisieron pedir "Durango, Durango", que dice así: "Yo soy de la tierra de los alacranes, yo soy de Durango, palabra de honor, en donde los hombres son hombres formales y son sus mujeres puro corazón...". Pero se les cumplió lo que querían: fue un acto que quedó en la historia. ¿A poco no?
La del estribo: Aquel político demagogo, con tal de ganar el voto se excedió en promesas; decía: "Les construiré la cancha para que jueguen los niños fútbol". Aquí no tenemos niños, le advierten los que lo escuchan; "¡Pues también los haremos!" Contesta hábilmente, el político mentiroso.
Lo dicho, las campañas políticas y sus protagonistas motivan se dé rienda suelta a situaciones jocosas o ridículas que permanecen en la conciencia del pueblo, y al trascender, hacen festiva lo que por naturaleza es seria y ceremoniosa: la política.