Este día los duranguenses nos aprestamos a acudir a las urnas a emitir nuestro voto, y mediante éste, elegiremos gobernador, miembros de los ayuntamientos e integrantes del Poder Legislativo...
...para el período 2016-2022, en el primer caso, y 2016-2019, para el caso de presidentes municipales y diputados locales. Después de sesenta días de campaña en la que presentaron su propuesta y oferta política, los candidatos cerraron sus actividades proselitistas, intentando convencer a los electores que les permitiera lograr su confianza y su voto, a fin de obtener el triunfo y estar en condiciones de aperturar una nueva etapa en la historia política de Durango.
Debemos acudir a las casillas seguros de haber hecho un análisis serio y objetivo de los aspirantes a los diferentes cargos, de conocer sus cualidades y defectos, su trayectoria, antecedentes y perfil, de modo que sepamos quién o cuál merece nuestro voto. El voto es la llave y el arma de la democracia, y tenemos que ejercerlo en conciencia y con conciencia, y así fortalecer el débil andamiaje democrático, y hacer que nuestro voto sea eficaz y útil.
Examinemos con cuidado a los candidatos para saber quiénes buscan sus propios intereses personales y quienes realmente quieren llegar y trabajar para satisfacer las necesidades de la gente en la entidad y en nuestra Comarca, porque hay auténticos lobos con piel de oveja que pretenden engañar, no sólo al rebaño y a los pastores, sino al mismo autor de la historieta.
Si hoy no somos sinceros con nosotros mismos, lamentaremos mañana si acaso nos dejamos seducir por la propaganda política y la publicidad mercadotécnica; si emitimos el sufragio con el corazón no con la razón; con el sentimiento, no con el pensamiento. Hagámoslo ya no por nosotros, sino por nuestros hijos y nietos, por la familia que es el sustento social.
Fue un proceso relativamente tranquilo, a pesar de la dosis de guerra sucia y de acciones mal intencionadas, en la que los aspirantes "sacaron su ropita al aire", lo que nos permitió conocerlos de mejor manera, normar el criterio para emitir el sufragio y llegar a la jornada en un clima de libertad para que sea una cruzada pacífica y segura. ¡Que se encienda la pasión, pero que no se desborden los ánimos!
Vayamos con la familia a las casillas a ejercer nuestro derecho y a cumplir una obligación ciudadana de primer nivel que consisten en la emisión del voto; felicitemos a los que obtengan el triunfo y una vez que hayan asumido la responsabilidad para la que fueron electos, exijámosles el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Llevemos un registro de sus actuaciones y exhibámoslos ante la opinión pública en caso de omisión, desvío de conducta o deshonra de su palabra, para que no tengan la osadía, descaro o desvergüenza de volver a postularse, al haber traicionado la confianza popular. Así enmendaremos errores y perfeccionaremos nuestro sistema electoral.
Atrás deben quedar los días en que las contiendas electorales se dirimían a balazos, y al fin de la jornada, algunas "gentes" terminaban en la cárcel, y otras en los hospitales. Todavía en tiempos muy recientes, en plena jornada electoral, los partidarios de un aspirante al sentirse derrotado anticipadamente, arremetió con palos y piedras en contra del candidato que consideraba sería el ganador, aún antes de conocer el resultado oficial que emitan las autoridades electorales.
Tal vez peque de romántico, soñador e idealista y por eso merezca la crítica de perversos y exponentes de la "picaresca" política de lo que hoy escribo y digo, pero soy un "empedernido" creyente en los valores y en la inteligencia. Confío en que seremos inteligentes y no dejaremos que nos confunda el "canto de las sirenas" o nos asusten "fantasmas" que lleve a caer en errores, distorsionando nuestra voluntad.
Ojalá haya mucha afluencia de votantes, aunque la tendencia parece inclinarse en el sentido de que el flujo será bajo, porque a mucha gente no le parece atractivo el juego (proceso), porque no ponen entusiasmo en él algunos jugadores (candidatos) y porque desconfían del árbitro (órgano electoral); sin embargo hay que decirles a los incrédulos e indecisos lo siguiente: impidamos que triunfen el abstencionismo y el "valemadrismo". La democracia exige de nuestra participación. Vayamos preparados al encuentro con la historia. Así lo creo y así lo digo.
R_munozdeleon@yahoo.com.mx
