Lisboa y Cohimbra, de Portugal; de España, Madrid, Burgos, Zaragoza, Barcelona, Segovia, Alcalá de Henares, Guadalajara, Toledo, Ávila, Salamanca y Mérida; Burdeos, Loira, París, Versalles, Niza y Calais, de Francia...
... de Italia, Verona, Padua, Asís, Florencia, Venecia, Roma, El Vaticano, Nápoles, Capri y Pissa; Montecarlo, de Mónaco; de Austria, Innsbruck y Viena; Heilderberg, Rottenburgo, Munich, Colonia, Nuremberg y Frankfurt, de Alemania; de Bélgica, Bruselas y Brujas; Londres, de Inglaterra; Volendam y Ámsterdam, de Holanda; de República Checa, Praga; y Budapest, de Hungría.
Vida de peripecias, pero Dios le ha dado oportunidad, acompañado de su esposa, de viajar y conocer las ciudades y países de Europa aquí mencionados. Además de Santiago, Valparaíso y Viña del Mar, en Chile; Buenos Aires, Argentina, y Río de Janeiro, en Brasil. La Habana y Varadero, en Cuba; Antigua, Guatemala, San José de Costa Rica y Panamá, países de América; y El Paso, Mc Allen, New York, Atlanta, Bronswille, e Isla del Padre, en Estados Unidos.
Cada uno de estos sitios y lugares tiene su propio encanto y cosas que admirar; por ejemplo, la tumba de El Cid, en Burgos; el Acueducto de Segovia; los nidos de las cigüeñas sobre los techos de los edificios, en Alcalá; Las Ventas, plaza taurina de Madrid; las espadas y herrajes, en Toledo; la ciudad amurallada de Ávila; el majestuoso edificio de la Universidad de Salamanca, que guarda y habla de siglos de filosofía y cultura; el Museo del Prado y la Gran Vía, Zarzuela con la Verbena de la Paloma, en Madrid; el inconcluso Templo Expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona; el tren submarino que une el continente con la Gran Bretaña; el Museo de Louvre, El Moulin Rouge, El Lido , el barrio latino al lado del Río Sena, en París; los majestuosos jardines del Palacio de Versalles, sede de la monarquía francesa; el balcón de Romeo y Julieta en Verona; aspirar el aroma de la cultura florentina, cuna de El Renacimiento; la Catedral de San Marcos y las góndolas en Venecia; el Coliseo de Roma, imaginar a gladiadores luchando contra los leones en el circo romano; el Palacio de Buckingham, residencia de la Reina Isabel, en ambiente londinense; el paseo en barco por el Rin, con vino tinto, queso y salchichas; Concierto de ballet y música de Mozart, en Viena; Recital de los Niños Cantores de Praga; una noche húngara en Budapest, con cena, bailes y cantos; los jardines de tulipanes en Amsterdam; noche de tango y fiesta gaucha , en Buenos Aires; Copacabana, Pan de Azúcar y El Concorvado en Río de Janeiro; Tropicana en La Habana, sólo por mencionar algo de lo mucho que han podido ver, oír y disfrutar en esas andanzas por el mundo.
Incidentes graciosos y chuscos como el que le sucedió en Pissa, al ir a conocer la Torre Inclinada: a pesar de la advertencia de la guía turística no hizo caso de sus indicaciones y puso la cartera con documentos y dinero mexicano en la bolsa de la camisa, a la vista de todos, y al llegar al recinto para entrar a la Torre, se le acercaron y rodearon cuatro o cinco mujeres, vestidas como gitanas, pidiéndole ayuda para su "bambino" y señalándole una de ellas su vientre abultado como si estuviese embarazada; en un "abrir y cerrar de ojos", le quitaron la cartera, la revisaron, y al ver que sólo contenía documentos, credenciales y billetes mexicanos, se la regresaron, quedándose sólo con un billete de $200.00 que, por su color, pensaron que eran dólares. ¡Buen chasco se llevaron y buen susto les dieron!
En Budapest, cometió un acto irresponsable que pudo haber traído serias consecuencias: una noche, afuera del hotel donde se hospedaban, se escucharon ruidos apagados que fueron aumentando paulatinamente; luego gritos y voces que ordenaban y advertían. Asomó por la ventana y vio una muchedumbre corriendo y buscaba donde esconderse. ¡Era una manifestación popular contra el gobierno! Los seguía la policía; eran las 11 de la noche, y él, irresponsablemente, sin medir las consecuencias, despertó a Lupita, que ya dormía, ella quiso detenerlo, pero él le dijo: ahora vengo, voy a grabar eso, para mostrarlo a los amigos en México. Bajó de la habitación con la cámara y llegó hasta la calle, donde soldados y policías detenían y golpeaban a personas. Pudo grabar, y por fortuna nada le sucedió. Al día siguiente por las noticias se enteró que los manifestantes pedían la caída del presidente húngaro por violación a los derechos humanos. ¡Qué tal si lo confunden como uno de los manifestantes: lo detienen, encierran y desaparecen; Lupita no habría vuelto a saber de él; ¡en Hungría! Fue una plena irresponsabilidad.
Lugares interesantes, bonitos y atractivos para el turista. Pero nada tiene que envidiar México de ellos. Zacatecas, Guanajuato, Morelia, Querétaro, Oaxaca, Mérida, Campeche, Cuernavaca, como capitales de estado son depositarias de bellezas naturales, arquitectónicas y culturales, que satisfacen el interés y gusto de quienes en ellas viven y de quienes las visitan, rivalizando con otras partes del mundo. Pero hay otros lugares igualmente seductores por su naturaleza, su arquitectura y su cultura: San Miguel de Allende, Pátzcuaro, Janitzio, San Cristóbal de las Casas; Tequisquiapan, Tequesquitengo, Mitla, Monte Albán, Chichén Itzá, Palenque, Teotihuacan; éstos últimos de riqueza arqueológica, con sus pirámides mirando al sol.
Para puertos y playas, están Acapulco, Veracruz, Huatulco, Puerto Vallarta, Guayabitos, Puerto Peñasco, Ixtapa Zihuatanejo, Los Cabos, La Paz, Mazatlán, Cancún, Isla Mujeres, Cozumel y Playa del Carmen, en donde la naturaleza ha sido pródiga y generosa al ofrecer mar, playa, vegetación, descanso y esparcimiento, contacto con el viento y las estrellas. Desde un punto de vista más cosmopolita están la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Chihuahua, Puebla y León. Tenemos las Barrancas del Cobre, los Atlantes de Tula y El Cañón del Sumidero.
Las capitales de los estados: Saltillo y Durango, en los últimos años se han desarrollado extraordinariamente; ¡nuestra Comarca Lagunera está esperando su oportunidad! Viajemos por el territorio de la República, conozcámosla y apreciemos sus valores históricos, naturales y de cultura; y veremos que ¡Nada tiene que envidiar México al mundo!
