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ENFOQUE REGIONAL URBANO

RAÚL MUÑOZ DE LEÓN

Gerundio y participio. . . ¡anécdota!

El estudio de la gramática española es fascinante, y complicado su aprendizaje. Uno de los temas más interesantes y atractivos es el relativo al infinitivo, al gerundio y al participio.

Recuerdo con agrado y gratitud, la clase de español, primero con la maestra Socorro S. de Vargas, en tercer grado, y después con la ameritada profesora Licha Fierro, a quien siempre conocimos respetuosamente como Alicia F. de Méndez, ya en quinto año de primaria.

De ambas, recibí las primeras lecciones de gramática que me introdujeron al universo del conocimiento del idioma, nuestro idioma. Los especialistas e investigadores de la materia, afirman que la nuestra es de las lenguas más completas, bellas y complejas. A los extranjeros, el conocimiento y aprendizaje de ella les resulta muy difícil y tienen que hacer serios esfuerzos intelectuales para lograr aprenderla, hablarla y escribirla.

En la etapa que refiero al inicio de este Enfoque, estamos en los años 1953-1954 (tercero) y 1955-1956 (quinto). Compartí experiencias escolares en esa época, espero que la memoria no me traicione, con: Manuel Gómez, Porfirio Guevara, Francisco Lavín, Alfonso Amador, Enrique Moreno, José Ortiz, Ángel Carreón, José Luis Flores, los hermanos Margarito y Mario Sánchez, Raúl Jiménez, Juan Manuel Saucedo, Juan Manuel Mendoza, Jesús Hernández Aranda, Víctor Manuel Alanís, Donaciano Silva, Eleuterio Gálvez, Jaime Espino, Arturo Zamudio, Jesús Ibarra, Pablo Lira, Pedro Ibarra, Juan Romero, Natividad Carreón, David Ávalos, Jorge Hernández, Daniel García, Julián Vargas, entre otros muchos que escapan al recuerdo.

Manuel Gómez Gaytán, siempre fue bueno para las "carreras" y los "trancazos"; su papá, don Manuel, que laboraba en la Compañía Jabonera "La Esperanza", empresa emblemática de Gómez Palacio, lamentablemente desaparecida, regalaba esporádicamente a sus vecinos, piezas de jabón Perla o Lila, para el lavado de la ropa, y jabón Olivol, para el aseo personal, que él, obtenía a bajo precio, de la Jabonera que las producía. En septiembre de 1955, sucede la "explosión de Guayuleras", y en las estaciones de radio se escuchaban los comerciales del jabón detergente llamado FAB: "siga los tres movimientos de fab, (decía el anuncio), remoje, exprima y tienda", con melodía pegajosa. Por entonces falleció en Los Ángeles, California, el Charro Cantor Jorge Negrete (1953) quien estaba casado con María Félix, y la gente del pueblo, irónica, ingeniosa y sarcástica como es, lanzó esta adivinanza que rápidamente se esparció por toda la República; alguien preguntaba: "¿en qué se parece María Félix al Fab?, y otro respondía: en que siguió los tres movimientos porque dejó "remojado" a Miguel Alemán, "exprimido" a Agustín Lara, y "tendido" a Jorge Negrete". Con los tres señores, según el rumor popular de aquella época, tuvo que ver la famosa "Doña". Remojado, exprimido y tendido son participios.

En este contexto histórico y marco de referencia, estábamos metidos en el estudio del gerundio y el participio. No es propósito de este trabajo impartir clase de español; carecemos de conocimientos, capacidad y talento para ello, pero sí diremos que en gramática española, el infinitivo, el gerundio y el participio son las tres formas verbales no personales. Todos los infinitivos terminan en ar, er, o ir y carecen de persona. En la primera conjugación ar, el gerundio se forma agregándole el sufijo ando: comprar - comprando, regalar - regalando, robar- robando, etc.; en la segunda y tercera conjugación er, ir, el gerundio se construye agregando la partícula endo: beber- bebiendo, vivir - viviendo, saber- sabiendo, dormir - durmiendo.

En cuanto al participio, éste se forma en la terminación ar adicionando el sufijo ado: comprar - comprado; regalar - regalado; robar - robado. En las terminaciones er e ir, el participio se forma con el sufijo ido: beber -bebido, vivir - vivido, saber - sabido, dormir - dormido, etc. El gerundio expresa una acción actual o en desarrollo: el maestro está dictando; el alumno está escribiendo. El participio en cambio, expresa el final o terminación de la acción: el maestro ha dictado; el alumno ha leído. Hay excepciones: en los verbos ver, romper, escribir y morir y otros, por razón fonética el participio queda así: de ver, visto en vez de vido; de romper, roto no rompido; de escribir, escrito, no escribido; de morir, muerto y no morido; se auxilia del verbo haber; ejemplos: he visto salir el sol; el vecino ha muerto, etc.

Los llamados verbos irregulares, el gerundio sustituye la "i" por una "y", como en los casos de ir, huir, construir, destruir, contribuir, creer, leer, etc., cuyos gerundios son: yendo, huyendo, construyendo, distribuyendo, contribuyendo, creyendo, leyendo, etc.

Es importante y esencial el estudio y conocimiento de estas formas verbales porque su correcto uso y aplicación permiten estructurar de mejor manera la expresión escrita y oral, propiciando una buena comunicación y entendimiento entre las personas. Sin embargo, parece que a su enseñanza y aprendizaje, actualmente, no se le da la significación que debiera tener, pues si usted pregunta sobre ellas a estudiantes de primaria o de secundaria, incluso de preparatoria, y aún de profesional, hasta los simples nombres de gerundio y participio desconocen, y al preguntarles ponen cara de extrañeza, como diciendo, ¿qué es eso?

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Escrito en: Raúl Muñoz de León

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