Me recibe, previa cita concertada telefónicamente, en una modesta pero acogedora casa, con un "zaguán" de pisos de cemento que brillan por su limpieza y pulcritud, invitando inclusive a sentarse sobre ellos, prescindiendo de la silla o la banca, para disfrutar de la brisa que a esa hora, las doce del día de un martes cualquiera del mes de octubre, es agradable y acariciadora; pasillo con macetas y plantas con flores de ornato que le dan el carácter de una típica casa provinciana.
Es el domicilio de Luis Ugalde Sánchez, ubicado en la Colonia Constituyentes de Ciudad Lerdo, Dgo., colonia que anteriormente llevaba el nombre de "Sabinas", debido a la empresa cervecera, asentada en esa área, elaboradora de la Cerveza Cruz Blanca, ya desaparecida; domicilio que localicé después de una tarea de indagación que me llevó varios días, motivado por los correos y mensajes de varios lectores que, después del artículo elaborado sobre su trabajo de novelista y narrador, desean saber más de este escritor; por lo que me propongo entrevistarlo, para satisfacer su inquietud.
Le solicito una entrevista, que gentilmente me concede, y aquí estoy platicando con él: Ugalde Sánchez nace en el ejido Los Ángeles, municipio de Lerdo, el 16 de agosto de 1933; desde que Luis tenía dos años de edad, su familia se mudó a la Ciudad; en la casa en que estamos conversando tiene viviendo más de cuarenta años, según nos cuenta el propio autor; es entonces un auténtico lerdense. Está orgulloso de su origen campesino, y de ser ejidatario.
Casado con la señora María Santos González Leyva, el matrimonio procreó dos hijos: Eva Alicia y Alejandro Ugalde González. Eterno luchador en favor de las causas sociales, a base de esfuerzo, trabajo y tenacidad se sobrepuso a las adversidades y vicisitudes del campo para abrirse paso en la vida. Así, cursó estudios en el Internado de Enseñanza Secundaria No, 6 de la Ciudad de Durango, explicando que siendo Presidente de la República Lázaro Cárdenas, ordenó la creación de escuelas secundarias para trabajadores y a Lerdo le tocó la número 6, teniendo que emigrar a la capital del Estado por la campaña de hostigamiento en contra de la institución, por parte de organizaciones religiosas que veían con temor los centros de educación creados por la administración cardenista.
Los estudios de tercer nivel, o sea el bachillerato, los llevó a cabo en la Escuela Preparatoria Federal Nocturna de Torreón , Coahuila, prestigiada institución de mucha aceptación en la Región Lagunera en el periodo de 1960-1980. Su carrera profesional la realizó con éxito en la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila. Hay que decir que Luis Ugalde Sánchez, desde la secundaria, pasando por la preparatoria hasta llegar a la profesional, fue siempre un aficionado a la oratoria, participando con pasión y entusiasmo en diversos concursos y certámenes, obteniendo triunfos y reconocimientos.
Militante activo de partidos de izquierda fue, en una primera ocasión, candidato a presidente municipal de Lerdo por el Partido Socialista de los Trabajadores PST, y en una segunda oportunidad, postulado por el Partido de la Revolución Democrática PRD, al mismo cargo dentro de la política lerdense. Destaca en esta faceta de Ugalde, haber sido precursor de las candidaturas independientes, al impulsar la postulación de Cenobio Ruiz Martínez, "La Saeta Lagunera", a quien muchos ciudadanos de reconocido prestigio querían que fuera su presidente, pero como no pertenecía a ningún partido, no pudo contender, por lo que Ugalde y muchos más lucharon para que el gobierno aceptara la candidatura ciudadana sin necesidad de pertenecer a partido alguno. Esto es el antecedente de las candidaturas independientes, ahora ya regulados por los órganos y las leyes electorales.
"¿Cuál fue la motivación que tuviste para escribir, Luis?", le pregunté.
Los ojos le brillan al momento de contestar, y en su respuesta se adivina la pasión que acompaña a su sinceridad. Me dice: "Mira Raúl, yo soy del campo y en él vi miseria, sufrimiento y mucha necesidad de la gente que luchaba por salir adelante. Aún siendo muy niño escribí cuentos, historias, con personajes, reales unos, y a veces inventados. Formalmente empecé a escribir a los 18 años. En mis novelas tomé el tema de la Revolución Mexicana, por considerar que es un tema amplio, accesible, contagioso y ameno para los lectores; me he dado cuenta que inclusive a muchos jóvenes les atrae e interesa el tema revolucionario".
¿Cuántas novelas has escrito y publicado? -"He escrito un buen número que en este momento no recuerdo cuantas; he publicado 13, y tengo en proyecto tres". A sus 83 años de edad, Ugalde sigue activo en la literatura, teniendo pendientes de publicar: "Vicio y orgullo", "Amores extraños" y "El gay de chocolate", que no ha logrado sacar a la luz por falta de recursos económicos. Explica, "Son proyectos detenidos, ha habido desaliento; se ha detenido la marcha; la pluma está descansando y no se han publicado por el factor económico". "La primera novela que escribí se tituló "La tragedia de Norman White" y apareció publicada por capítulos en El Siglo de Torreón, en 1974, gracias al apoyo del Profesor Francisco G. Durón, quien era en esa época jefe de la sección deportiva de El Siglo".
En diversas etapas de su productiva vida, Luis Ugalde fue colaborador de este Periódico Defensor de la Comunidad. María de los Ángeles de la Fuente Ugalde, sobrina del escritor novelista, hizo una compilación de las colaboraciones de su tío en el prestigiado Diario durante cincuenta años, que cubre el período 1950-2000.
Aquí la que apareció en la columna Problemas del Ejido, el día 15 de agosto de 1952: "Las Plagas. Parece como si hubiera connivencia entre las autoridades, refaccionadores y demás séquito que gustan de extorsionar los productos del campo que tan miserablemente arranca el ejidatario a estas sedientas tierras laguneras en esta época. . ."
". . .El hecho es palpable y actual y consiste en la nada efectiva exterminación de las plagas. El festín para todos los beneficiados comienza en la deliberada o atinada orden de sembrarse el algodón tarde, como si se quisiera asegurar una buena cosecha de plagas y no de fibra, y consecuentemente, asegurar también el consumo de insecticidas, que es un jugoso negocio. . .".
