"No hay pesar más desgraciado que la costumbre de permanecer indeciso",
William James
En mi artículo anterior intercalé brevemente un hecho que se ha estado dando a partir del inicio de las precampañas en Estados Unidos, pero particularmente ante la andanada de odio y calificativos de Donald Trump, con la bandera del americanismo a ultranza, incluso abandonando a sus aliados tradicionales.
Independientemente de su perfil antidemocrático y autoritario ha insultado a países y culturas de diversas partes del mundo, desde luego México aparece como un referente en su despotismo y soberbia incontrolada en sus discursos, ese es mi punto, pocas veces hemos presenciado lo denigrante y destructivo para nuestro país representado por los inmigrantes mexicanos, incluyendo el famoso muro y en contraparte sólo hay tibios descalificativos de nuestro gobierno.
Desde luego que tampoco intento manejar un falso nacionalismo sin considerar que se trata de nuestro principal soporte para la economía de México, además de reconocer que siempre estamos ligados históricamente al comportamiento económico, cultural y expansionismo del país vecino; la historia mexicana demuestra en el tiempo la influencia o intervención que Estados Unidos para bien o para mal, ha estado presente en nuestros grandes acontecimientos y en las últimas épocas el liderazgo natural para integrar el TLC. Incluyendo a Canadá.
Sin embargo, con riesgo o no del resultado en las elecciones de Trump o Hilary, la Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro país, es la indicada para contrarrestar los ataques en contra de los mexicanos, decisiones como el cambio reciente de nuestro embajador, declaraciones diplomáticas muy cuidadas o como la reciente información de que "en el marco de la estrategia de la Secretaría de Relaciones Exteriores para reposicionar la imagen de México en Estados Unidos, la canciller Claudia RuizMassieu se reunió el pasado viernes en la ciudad de Nueva York con el exsecretario de Estado, Henry Kissinger, como encuentro privado y además una entrevista a Bloomberg en la que destacó las contribuciones de los mexicanos en EU y defendió la relación comercial bilateral" (termino la cita).
Por lo mismo, calificó como demasiado diplomática por decir lo menos de la actividad que sobre este tema lleva a cabo nuestra Secretaría, se tiene que hacer en mi opinión, una valoración realista de nuestra posición ciudadana de Estado más enérgica en defensa del prestigio de nuestro país ante un candidato desbocado en contra nuestra, además de que si se trata de defender la relación comercial bilateral, lo mejor es definir cual es nuestra posición y por otra parte, prepararnos para las negociaciones que se darán con el TLC. Ya que la señora Clinton lo tiene también en su agenda y es tema de preocupación para nuestro país; si ya se trabaja en ello con el sector empresarial es algo que este simple mortal ignora, pero sería muy edificante tener información sobre el particular, es innecesario mantener tanta privacidad en hechos que son palpables.
En las recientes visitas a Estados Unidos perdemos la oportunidad de tener una diplomacia de peso y sin arriesgar mostrar también firmeza y perfil; parafraseando al maestro Catón: "Pero que conste yo no estoy criticando, yo estoy diciendo nada mas".
