La cadena de valor de la industria petrolera tiene distintas fases; la exploración, el desarrollo, la extracción, el transporte, la refinación y por último la comercialización de los derivados del petróleo.
Los problemas actuales en el mundo para fines prácticos con el precio del petróleo es el excedente, los requerimientos y las ganancias que se desplazan a lo largo de toda la cadena y de acuerdo a las pretensiones o intereses de cada uno de los países participantes, suman en conjunto una tasa de riesgo de la industria petrolera, por ello al referirme a toda la cadena los riesgos de pérdidas o ganancias de una actividad pueden equilibrarse con las ganancias de otras actividades.
Pero si lo anterior nos encontramos con una compañía mal manejada y con excesos en los recursos mal aplicados y además con una administración apegada a políticas públicas muy particulares, es más probable que enfrente un fracaso; por lo tanto no sería extraño como está pasando en otros sectores a pesar de lo sofisticado de esta actividad, que se pudiera ver fusiones y absorciones entre las compañías petroleras internacionales.
Lo anterior lo menciono porque estamos viendo que al margen de la caída en los precios del petróleo, se está planteando por un lado en las economías energéticas avanzadas la tecnología y sus políticas funcionan con grado de sofisticación y eficacia que exige una gran inversión de capital y por otra parte están países como China, India, Brasil y yo agrego a México que están en un proceso de industrialización, pero que requieren capital, desde luego cada país con sus problemas particulares.
Estoy cierto también que con el tiempo probablemente surgirá una economía de gas, nuevas clases de combustible y tecnologías energéticas según escucho o leo a especialistas y conocedores de la industria, lo cual no dudo, pero pienso que falta tiempo, y por el momento y un largo plazo el petróleo sigue siendo el combustible más importante.
En lo que a nosotros se refiere, el problema de Pemex, por el momento hay un respiro para que se presente el plan de reingeniería que requiere pero a fondo, con motivo del anuncio del Gobierno Federal de que inyectará $ 73,500 millones de pesos se incluye pago a proveedores, y durante el año se le otorgará 50,000 millones de pesos de un bono emitido en 2015 para apoyar el pago de pensiones y jubilaciones al menos espero haber interpretado bien este cúmulo de millones; por lo pronto ya puede asegurar su operación durante el resto del año; desde luego falta conocer el plan maestro para sanear a esta empresa y que no será nada fácil.
Por otra parte, Banco de México anunció que transferirá 239 mil millones de pesos de su remanente de operación al Gobierno Federal y a su vez la Secretaría de Hacienda mencionó que lo usará para disminuir endeudamiento y mejorar los requerimientos financieros del sector público; ante este aluvión financiero positivo la verdad que me quedo gratamente impresionado y no es discutible, sin embargo conviene esperar los cómos se aplican dichos recursos y por otra parte no entiendo, siendo honesto, si lo anterior afecta al Instituto Central en su posición y de antemano sé que está apegado a las reglas que todos los Bancos Centrales pueden realizar.- De todas maneras conviene mayor amplitud y claridad del Banco de México y la SHCP, al margen de los especialistas y analistas especializados y desde luego, las Firmas Calificadoras.
