"Un río de miseria nada puede ante un océano de caridad "
-Papa Francisco-
Así como el Papa Francisco lo ha mencionado incluso recién inició su pontificado y en otras ocasiones, en una de las reuniones en Davos fue insoslayable que en la agenda de la misma, los dirigentes de las naciones reunidos para tratar los temas económicos y políticos, manifestaran su preocupación sobre las desigualdades económicas. Un momento destacable sobre e,ste particular, fue el discurso de Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, que subrayó los cambios introducidos en su institución por lo menos en las altas esferas, entre otros temas que para el presente artículo no es tan relevante, destacó un nuevo énfasis de dicho organismo en la relación entre desigualdad e inestabilidad; además de la importancia de reconocer lo relevante de una negociación colectiva para que los salarios mínimos puedan contribuir de manera importante a reducir las desigualdades sociales en el mundo.
Pero a pesar de la imperiosa necesidad que existe sobre este crucial tema no creo que por el momento se ha diseñado un sistema que impida la supeditación de la política al dinero; los líderes occidentales, principalmente declaran con regularidad de la necesidad de impulsar mayor crecimiento a la economía para la creación de mayores y mejores empleos remunerados, pero al menos yo no conozco políticas concretas y claras para apoyar tales aspiraciones; tradicionalmente se han ocupado menos de los problemas de la igualdad y más por el crecimiento y la eficiencia sin buscar fórmulas para equilibrar los dos temas que menciono; a raíz de la última crisis económica y el descontento social que se viene manifestando, pongo por ejemplo dos casos diferentes, pero manifiestos en sus consecuencias, como Grecia con un cambio de gobierno de coalición radical y España con el resultado de las recientes elecciones, que con todo y la mejoría que ha reflejado las acciones del gobierno encabezado por Rajoy no ha sido suficiente para calmar el descontento social que ha impedido que el jefe de gobierno español pueda formar un nuevo gobierno y probablemente vayan a nuevos comicios.
México no escapa a la gran brecha que existe en la sociedad, cada día se manifiestan más las necesidades y el número de personas que viven en la pobreza extrema estemos de acuerdo o no, la realidad se manifiesta inexorablemente; la propia Sedesol con sus declaraciones constantes y optimistas no muestra avances tangibles y reales.
En reciente reunión con diputados priistas el secretario de Desarrollo Social José Antonio Meade, según una nota periodística, "reconoció que no se ha detenido el aumento del número de pobres en nuestro país. Además explicó que de acuerdo a distintas métricas, la pobreza extrema ha caído en México, pero la pobreza moderada se ha incrementado".
Por mi parte, lamento por el tema tan importante, no estar de acuerdo en dicha declaración, que al parecer dejó muy satisfechos a los asistentes a dicha reunión; además reconozco que no sé, cómo se manejan o se obtuvieron " las distintas métricas" que menciona el secretario de Desarrollo Social, sólo espero que esté en lo cierto antes de que la cruda realidad nos alcance; las últimas décadas han sido duras para las familias pobres y de clase media, la mercantilización de todo ha abierto aún más la herida de la desigualdad, al hacer que el dinero adquiera cada día más importancia, sin considerar los daños colaterales dentro de la sociedad.