"Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda".
Martin Luther King.
Al momento del presente artículo estarán llegando a China (país anfitrión ) las delegaciones del poderoso Grupo de los 20, integrado por 19 países más la Unión Europea constituido por siete de los países más industrializados Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, y últimamente Rusia además como invitados España y algunos países africanos.
Como sabemos se trata de una Organización Intergubernamental con un potencial del más alto nivel ya que además de los presidentes o ministros de dichos países, asisten los gobernadores de los bancos centrales y los secretarios de finanzas; con lo anterior está dicho todo es decir en éste esquema las sociedades en todo el mundo confiaríamos que se pueden resolver los grandes problemas de la humanidad, al menos la mayoría de ellos o los más apremiantes.
Hace aproximadamente un año y con motivo de esta reunión en París, me declaré escéptico a resultados tangibles y sobre todo importantes en la temática a discutir como en este momento, confieso de antemano que mi punto de vista es el de un simple ciudadano, que observa de lejos y gracias al poder de la tecnología, lo que nos dicen los medios de comunicación y los expertos y analistas además de las interesantes entrevistas con los principales participantes en este foro para interpretar las grandes decisiones que se toman y que pueden influir en el devenir de la humanidad.
Lo anterior no es una exageración, hoy se tocan temas como la fórmula de revitalizar la economía global, neutralizar el terrorismo, la guerra civil en Siria con las repercusiones a los grupos étnicos religiosos y territoriales además del problema de los refugiados que invaden países para sobrevivir y además el acuerdo prioritario sobre el cambio climático.
Y soy negativo ante esta abrumadora mayoría de intereses económicos, políticos y sociales que se representan en esta reunión con la posibilidad de acuerdos que cambien nuestro destino; pero la verdad para mí es que el fundamentalismo moderno de la globalización e integración económica y monetaria al parecer no está bien fundamentada, las mismas recomendaciones de organismos como la ONU, OTAN y en lo económico el FMI. Y el Banco Mundial nocuentan con el apoyo necesario para hacer prevalecer criterios, acciones y hasta penalizaciones a seguir por los países que intervinieron para su creación.
Ejemplos concretos como el no poder hacer que en Siria renuncie el presidente Bashar Assad para temperamentar la guerra civil, puede porque de un lado están Rusia y China, por el otro los aliados Occidentales como parar las constantes amenazas de Corea del Norte y los precios del petróleo sin poder negociar o conciliar intereses por los mismos actores y otros que se suman en la parte territorial que corresponde; en lo económico hay economistas que afirman que la ideología de los mercados libres y la liberalización financiera se está agotando, pero además hay un precio económico que está impactando cada vez más a sectores de la sociedad que produce una inconformidad más creciente que pone en peligro la estabilidad de varios países.
Este es otro tema más para la agenda de los países reunidos en la reunión del G-20 la lucha contra la pobreza y desigualdad que pueden destruir la cohesión social.