Después del shock como resultado de las elecciones en Estados Unidos cuyo resultado da la ruta a la Presidencia en dicho país de Trump, su arribo significa una gran incertidumbre en la mayor parte del mundo, ante ello lo que significa es la decisión de prepararse para tiempos difíciles que sin duda alguna se presentarán dependiendo de las circunstancias de cada país, tomando en consideración el perfil del señor Trump.
En el caso nuestro no se trata de guiarnos por citas alentadoras o bien optimistas y que en lo personal en algunos casos considero hasta optimistas; como se ha escuchado de parte de algunos analistas o politólogos en los medios de comunicación que también hacen lo suyo tales como "que el candidato no es el mismo en su papel de presidente", o que nuestras relaciones de épocas no pueden trastocarse en un momento o por una decisión, incluso que el TLC como ha mencionado en diversas ocasiones el presidente electo se pretenda cancelar y se aduce en este caso de que hay leyes internacionales, acuerdos entre países que forzosamente se tienen obligatoriamente que respetar, en realidad argumentos ciertos, pero que en las actuales circunstancias no necesariamente sean realidades.
Difiero de este tipo de argumentos aclarando que en principio tenemos que otorgar el beneficio de la duda, es probable la posibilidad que Trump ya como presidente pudiera cambiar por razones políticas o por presiones naturales que se presentan al ejercer dicho mandato independientemente que no es factible que se enfrente a los principales líderes de otras potencias; por lo tanto pienso que la sensatez y el racionalismo es lo que procede en estas circunstancias. En realidad en este momento desconocemos las diferentes variables para diseñar la estrategia que conviene para cualquier negociación: En primer término no se conoce el nombre de quienes ocuparán los principales puestos que integrarán el circulo cercano o puestos relevantes. Las negociaciones hacia el interior del partido Republicano y sobre todo con las fuerzas del poder del capital que los respalda para asegurar se pueda sacar adelante las propuestas o proyectos que en diferentes ordenes ha manifestado realizar el señor Trump.
La semana que terminó me tocó escuchar en uno de los programas de noticieros en la radio una entrevista con el expresidente español Felipe González y marqué mi atención durante su charla al poner como algo ineludible la recomendación de que al enfrentarse un país más débil que el contrario, en negociaciones políticas y económicas mostrar por parte del primero una actitud fuerte, segura y digna ya que de otra manera, el trato recibido será intrascendente y con poco margen de maniobra en cualquier tipo de negociación y pienso que estamos ante una posición como la mencionada por este importante personaje.
Supongamos por ejemplo que probablemente las redadas masivas de indocumentados que ha prometido no será necesariamente de esa forma, pero si en el mandato del presidente Obama fue de más de tres millones como se ha mencionado en este caso, no sería de diez millones pero de cuatro o cinco son más que suficientes, para crearnos un verdadero problema social. Tenemos también la amenaza de las remesas de los trabajadores a nuestro país para cancelarlas lo cual sería anticonstitucional pero en cambio, sí gravarlas con un impuesto especial que sería perjudicial y en cuanto al TLC sin necesidad de la exageración de cancelarlo, sin duda alguna se va a negociar para agregar un "adendum" que será necesario defender en su momento.
Hay sin duda alguna diversas negociaciones además de las anteriores que supongo se estarán diseñando las estrategias correspondientes, independientemente de nuestros propios problemas e estancamiento económico, la situación financiera que dependerá del manejo que realice nuestro Gobierno y las tasas de interés que gravitaran en la inflación. Desde luego reconocemos nuestras fortalezas: El nivel de 170 mil millones de dólares en Reservas, la línea de crédito flexible con el FMI y la solidez del sistema Financiero.