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ENSAYO SOBRE LA CULTURA

LA DESCOMPOSICIÓN SOCIAL

Recuerdo mi definición de cultura: todo lo que da sentido a los actos del hombre. Partiendo de esta hipótesis, puedo analizar lo que ha acontecido en nuestro país en los últimos tiempos. El principal problema es la inseguridad social, debido a las peleas de las bandas de narcotraficantes entre sí, por los mercados.

Asisto a un curso de actualización de maestros donde alguien comentó que un alumno le decía que no deseaba ser profesionista porque ganaban poco dinero, que él quería ser narcotraficante porque ahí se encontraba la verdadera mina de oro.

La afirmación anterior no es tan atípica como muchos pensarían. Para el joven que a su alrededor no encuentra su lugar, es muy fácil inclinarse por la ilusión de una vida fácil, donde las dos máximas preseas de poder y de riqueza se obtienen con arriesgarse un poco. El poder lo dan las armas y la riqueza el plus valor del producto que se comercia. Así lo ha aprendido en su corta experiencia de vida, son valores sociales; las vuelvo a enumerar: poder y riqueza.

Después de los ochenta, a los jóvenes les hemos dado a leer literatura de superación personal. Recetas fáciles para ser en la vida donde el objetivo primordial es convertirse en un triunfador y se es cuando se obtiene el suficiente capital económico para comprar lo que se te antoje. Nunca se les cuestiona sobre lo que quieren ser, sobre su vocación, se supone que cualquier cosa que quieran, la obtendrán por medio del dinero. Eso, de seguro, no lo sabía Gauguín que dejó familia y buen nivel económico, para irse a las islas del sur a pintar indígenas; después de su mala experiencia que tuvo con Van Gogh, el que se mochó la oreja y era mantenido por su hermano Teo. (¿Si estas dos personas no eran triunfadores porque se escribe tanto de ellos y cuál es el motivo por el que sus cuadros valgan lo que valen?).

En este curso se vuelve a insistir que unos de los objetivos de la educación es formar al ser humano. La pregunta que se me vino a la mente fue: ¿Qué es el ser humano? Las lecturas anteriores lo reducen al tener. Tú para ser, debes de tener. Siento que el humanismo es mucho más profundo que eso.

Para principio de cuentas: el hombre tiene una inteligencia y por medio de la inteligencia es consciente de que existe. Puede decir soy; expresarlo, comunicarlo. Tal vez el animal sienta que es, pero no ha encontrado la forma de comunicarlo a las demás especies. El hombre sí, desde las cuevas de Altamira; él frente a su pieza, en el mundo de lo simbólico: el querer ser y en el mundo de lo real. El ser.

La conciencia lo lleva a descubrir patrones, leyes naturales, reglas, leyes morales. (Reflexión de mi cuñado Vidal, con quien suelo platicar de estas cosas). Sabe que las debe de respetar porque de eso depende su supervivencia o la supervivencia del grupo. La animalidad del tener te hace transgredir la regla con lo que se destruye la estabilidad. No tengo que probarlo, es que lo estamos viviendo: la inseguridad, la inversión térmica, los cataclismos, las guerras (alguien quiere apoderarse de un petróleo que no le pertenece), etc., etc., etc.

Pero además la inteligencia te hace descubrir que tienes otro tipo de necesidades, como las afectivas y las estéticas.

El amor es una de las cosas que no se compran. Se puede comprar el sexo y la posición social, pero el amor no. Últimamente, abundan los divorcios porque las parejas se unen por el interés, sexual o económico, que al primer problema se desbarata. Cuando hay amor, los problemas se resuelven entre dos y se solucionan con el entendimiento. A pesar de las carencias, las familias se sacan adelante y a los hijos se les da armas para la vida. Cuando no hay amor, la familia es disfuncional: los hijos educados por las nanas y las vidas independientes de los cónyugues. Ni el amor ni la amistad se compran con nada. Si tú piensas que por tener dinero posees muchos amigos, siento decirte que no son tus amigos, sino los de tu dinero. Cuando se te acabe, los dejarás de tener.

La inteligencia te lleva también a comprender la necesidad de lo bello. Por lo menos se busca que la primera atracción, entre las personas, se produzca por la belleza. Buscamos lo bonito, el lujo y de ahí el brinco hacia la obra de arte está impulsado por las capacidades racionales del ser humano. Y si la felicidad consiste en llegar a la plenitud del hombre, entonces habría que buscar la plenitud de la razón, la inteligencia y de los sentidos (medios por los cuales apreciamos al arte, al lujo, a lo bello y a lo agradable). Eso no te lo da el dinero si no lo sabes apreciar (los chavos de hoy ni siquiera saben comer).

Continuaré.

  Por: José Luis Herrera Arce

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