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ENSAYO SOBRE LA CULTURA

¿QUÉ ONDA CON LA EDUCACIÓN?

José Luis Herrera Arce

Los últimos años hemos sufrido mucho con la oposición de los maestros a las políticas educativas. Las reformas van y vienen desde hace unos cuantos lustros y no se ponen de acuerdo en un sistema óptimo para impartir el conocimiento o los fines últimos de un proceso que le toma al hombre desde que nace hasta los 24 años y yo diría hasta más, puesto que la institución en la que trabajo me mandó a tomar dos cursos de 20 horas para que me siguiera educando y eso que ya tengo 65 años y más de 35 dedicado a esta profesión.

La primera pregunta que se me viene a la mente es: ¿Para qué educamos? Hoy se estila en afirmar que las universidades necesitan lograr el profesionista que las empresas necesitan, tan es así, que muchas empresas han fundado sus propias universidades para lograr a las personas que ellos quieren, con las habilidades idóneas para realizar su trabajo. Esto significa reducir al hombre a su función productiva sin considerar que es mucho más que eso y en todo caso el trabajo sólo es un medio para obtener la realización, por un lado, y los medios económicos para vivir, por el otro. Si reducimos el fin de la vida al trabajar, lo único que se está produciendo es esclavos contentos.

Considero que el fin último de la educación es producir seres humanos.

Según se dice, la educación debe de fomentar: Conocimientos, habilidades y actitudes.

A lo que los maestros de primaria le han de sacar es al área de los conocimientos, no veo por qué, si los usas a diario, no se olvidan. Por lo menos las materias que impartes no las puedes olvidar. Lo que se olvida es lo que no se usa y esto es una máxima de la memoria.

En el conocimiento, habría que considerar dos partes: la información, que ésta por lo general viene en los libros o en la Internet, el vasto archivo que hasta ahora ha existido en el mundo de los más diferentes tópicos que se puedan encontrar. No todos ellos profundos, pero por lo menos existe por donde empezar. La segunda parte es la comprensión y aquí es donde se batalla con los educandos que suelen repetir cosas que no entienden. Para comprender, muchas veces es necesaria la discusión, el análisis, la síntesis, la crítica y es lo que no estamos acostumbrados a hacer.

Los conocimientos están ahí para cualquiera que los busque; principalmente en los libros, aunque no hay que dejar de lado la experiencia. Insisto, los conocimientos que se usan son los que no se olvidan, por lo tanto, sabremos más de aquello a lo que recurrimos constantemente que de aquello a lo que jamás nos asomamos.

Por eso digo que los medios de comunicación son buenos educadores porque casi todo el mundo sabe de deporte, no sólo de futbol, que es el deporte nacional, sino de futbol americano, que está tan de moda en los canales deportivos por medio del telecable. Es de lo que todo el mundo habla. Aunque no lo quieras saber, te enteras que los Patriots llegaron a la final, como sabes también qué es un gol de campo o primero y diez. Lo quieras o no, con alguien platicas de ello en la semana.

El segundo propósito de la educación son las habilidades, el saber hacer las cosas. En cada una de las áreas profesionales, existen procesos que se deben de dominar. Se supone que los licenciados no estarían inmiscuidos en estos campos, pero sus profesiones tienen procesos a seguir, procedimientos, epistemologías. Un abogado debe conocer cómo proceder frente a un juicio, un administrador como controlar una empresa y así todos los demás. De la misma manera que el ingeniero o el técnico deben saber cómo manejar una máquina. Hasta el trabajo que llaman de escritorio cuenta con su lado técnico, si no lo sabes hacer, fracasas.

Hoy, la educación ha puesto más énfasis en el campo de las habilidades, sobre todo, después de que nos hemos convertido en parte del mercado de mano de obra barata. Las cosas hay que hacerlas bien, desde la redacción, y muchos profesionistas ni siquiera saben redactar ni utilizar atinadamente los signos de puntuación.

Por último, viene el campo de las actitudes y éstas se comprenden en el sentido del desarrollo del ser humano. Pero antes de esto, a mí me gustaría preguntarles: ¿Qué es el ser humano? ¿Alguien que hace? ¿Alguien que conoce? ¿Alguien trascendente? ¿Alguien que ama? ¿Que contempla? ¿Que goza? ¿Que puede llegar a ser feliz?

Ya tengo material para otro artículo.

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