Columnas Social columnas editoriales SOCIALES

Ensayo sobre la cultura

LOS MEDIOS NOS EDUCAN

José Luis Herrera Arce

Si la cultura es todo tipo de referencias que poseemos para poder interpretar el mundo que nos rodea, y la educación es la forma en que nosotros asimilamos los elementos culturales que después utilizaremos para nuestra interrelación con la sociedad, entonces tenemos que aceptar que los medios de comunicación social son instrumento muy importante que influye en nosotros, a través de toda nuestra larga vida y que sus enseñanzas nos sirven como punto referencial para la mayoría de nuestras acciones.

Desde que éstos comenzaron a influir en nuestra vida, se comenzó a demostrar su innegable influencia en el cómo el público percibía al mundo, al nivel real y al nivel imaginario. En los treinta, con un programa radiofónico que fue la adaptación de: "La guerra de los mundos" de H.G. Wells , dirigida por Orson Wells, se palpó la gran credibilidad del medio cuando el ciudadano común y corriente de los Estados Unidos entró en pánico y huía de las ciudades por creer que estaban siendo invadidos por marcianos. Tanto fue el caos que provocó que el programa tuvo que ser suspendido y posteriormente se multó a los causantes de este delirio nacional.

Indudablemente que la experiencia sirvió para que los medios se convirtieran en canales para la publicidad, siendo el soporte fundamental de la construcción de esta sociedad basada en el consumismo, que año con año impone modas con el único afán de vender productos que para el año que entra estarán en desuso, pero que por lo pronto se vuelven indispensables.

No solamente en el mundo de la publicidad los medios conforman una serie de actitudes indispensables para la venta. También fabrican una visión de la realidad por medio de los espacios informativos. Lo que pasa en el mundo lo conocemos por la televisión, y la prensa, según lo que ellos mismos nos dejan ver de la realidad. Nuestras interpretaciones se basan en lo que alguien dice que por lo general se vuelven en líderes de opinión y así juzgamos según los valores de quienes nos hacen juzgar.

Si alguien dice que el Papa se debió de haber referido a los estudiantes de Ayotzinapan, todo el mundo comienza a repetir la misma cantaleta. Si la televisión nos muestra que los musulmanes se han convertido en el mal del mundo, todos repetimos lo mismo desconociendo la relación histórica entre oriente y occidente desde hace siglos, o ignorando los turbios intereses que los grandes capitales puedan tener sobre las riquezas del subsuelo que existen en esta región y de las cuales los imperios, tal vez, pretendan apoderarse.

La televisión y el cine, nos genera una visión de la realidad. En los cincuenta y en los sesenta en las películas de guerra los americanos eran los indestructibles y ganaban todas las guerras. Con la derrota en Viet Nam se puso en duda su invencibilidad y hasta el cine viró su discurso con películas como apocalipsis today y otras por el estilo.

La televisión nos da una imagen de nuestro país la cual no corresponde. La figura del indígena, por lo general, está eliminada de la pantalla; sobre todo en la televisión comercial. Sus parámetros se los impone la televisión americana o los conceptos que se diseñan en Europa. Se habla de haciendas, cuando se supone que la revolución terminó con ellas; no se habla del ejido. Ni siquiera las escuelas que nos presenta la televisión se parecen a las nuestras, y los valores que se cultivan son aquellos que una supuesta globalización impone a pesar de que los teóricos de la comunicación latinoamericanos se han opuesto a ello desde los años setenta, haciendo ver que la imagen del desarrollo no es la que nos quieren hacer creer.

Dejados los medios de comunicación a las leyes del mercado y a la escasa legislación por parte del gobierno, la cultura del pueblo se ha formulado según conviene a las pretensiones del capitalismo brutal. El hombre es un ser para el consumo y la felicidad se ha de conseguir, comprando productos para que se conviertan en la extensión del hombre.

El mismo sistema te ofrece la construcción de un mundo imaginario que parte de los mundos de Disney para continuarse con las historias de superhéroe, que son otra expresión de las telenovelas, melodramas, folletines, y las novelas de acción. Al joven de hoy, al de veinte años, no le interesa ni Fellini, ni Marx, ni el altruismo cristiano, como en mi tiempo; espera el estreno de la nueva película de capitán América.

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1199476

elsiglo.mx