¿A QUIÉN LEER?
En esto de la promoción del libro y la lectura, siempre surge el cuestionamiento de los autores que merecen nuestra atención. Cada quien te dará una lista según sus propios gustos o parámetros y nunca se estará completamente de acuerdo con quien se debe comenzar a leer. Si yo les dijera que los niños pueden empezar con los comics, muchos me tildarían de inculto. Yo sé de personas que recomiendan inmediatamente al Quijote, tal vez porque nunca lo han leído, recomendación que me parece que en un niño es invitarle a nunca más coger un libro.
Cuando me lo preguntan, nunca recomiendo. Les devuelvo la cuestión: ¿Qué es lo que te gusta, lo que disfrutas? Por ahí comienza, ese es el tema que te llevará a todo lo demás si es serio el propósito de comenzar una aventura de saber; sin embargo, de vez en cuando, hay que atreverse a recomendar autores, por alguna razón determinada. Como estamos en septiembre, mes patrio, nos dedicaremos a la literatura mexicana.
Según dicen los que saben, el autor más importante del siglo XX en nuestro país se llama Juan Rulfo. Sólo escribió dos libros y algunos guiones de cine. Se puede comenzar con El llano en llamas y terminar con Pedro Páramo; es obvio afirmar que es el libro más encargado en las escuelas.
De la misma generación, estado y nombre es Juan José Arreola, especializado en el cuento corto y en el muy corto. Su obra tampoco es muy vasta, mas es una muestra del dominio de la palabra y de la creatividad. En varia invención, están reunidos la mayoría de sus cuentos. Fue un tallerista genial, enciclopedista, jugador de ajedrez y fanático del tenis, además de estrafalario en el vestir.
Mas si festejamos la Independencia, es necesario referirnos al siglo XIX, comenzando con Fernández de Lizardi, quien escribe "El periquillo sarmiento", que presenta la condición social, cultural y política del país una vez que nos habíamos cortado el condón umbilical de España. Podríamos considerarla la primera novela mexicana.
Otro autor que me gusta de este siglo es Manuel Payno, que fue muchas cosas, político, historiador, novelista y hasta puedo decir que junto a lo de folletinero. Debo explicar este último término. El folletín era una novela que se publicaba en los diarios y estaba dirigida al público en general. El antecedente de la película por capítulos, las radio novelas y las telenovelas. Era la manera de que los escritores se podían mantener en el siglo XIX.
Otro escritor que colaboró en algunas cosas con el anterior (como El libro rojo) es Vicente Riva Palacio, quien escribió algún capítulo de México a través de los siglos y que también se dedicó a elaborar cuentos de folletón como Las dos emparedadas.
También, podemos mencionar a Ignacio Manuel Altamirano con Navidad en la montaña y El zarco, o a Rafael Inclán con Astucia, pero eso es quedarnos mucho en el pasado y no vivir un presente que ve hacia el futuro. En el siglo XX, abundan los novelistas, como Carlos Fuentes, José Revueltas, Luis Spota, las dos Elenas, Poniatowska y Garro, a muchos les gusta Ángeles Mastretta, pasar por los escritores de la Onda como José Agustín, para llegar a la generación del Crack con las novelas de Jorge Volpi.
Los que se sienten muy del pueblo hay que enfrentar a Armando Ramírez, o a Ramírez Heredia, y a los de la alta cultura, a Héctor Aguilar Camín y Hugo Hiriart. No puedo dejar de mencionar la novela mexicana que es mi preferida: Noticias del Imperio de Fernando del Paso.
Para dar reconocimientos el día 15, se puede recomendar a Vicente Alfonso por su novela "Los huesos de San Lorenzo", que ya es traducida a otros idiomas y que ganó un premio nacional de novela.
Si usted se ha cansado de escuchar hablar de libros, le puedo recomendar a Gabriel Zaid, que nos ofrece un montón de estadísticas en el mundo de las librerías: Cómo leer en bicicleta o Los demasiados libros.
Por eso digo yo que hay que comenzar por donde puedas, por tus gustos; con el tiempo llegará a todo lo demás. Es un hobbie que bien puede durarte las vidas que tú desees vivir. Nunca se acaba. Nada más imagina los libros que se editan diariamente en nuestro idioma, es imposible que los consumas. Lo que leas será lo mínimo de lo que puedas leer.
Comienza a hacerlo y ¡Diviértete!
ENSAYO SOBRE LA CULTURA