ALVARADO Y JUAN GABRIEL
Los comentarios de Nicolás Alvarado no le gustaron a la gente y lo hicieron renunciar de su puesto como director de TV UNAM. Aunque en México la libertad de expresión está protegida por la ley, así como la libertad de conciencia del comunicador, (art. 6 y 7 de laConstitución), la opinión pública es capaz de imponerse y lograr este tipo de acciones.
La reflexión es más profunda. Desde el siglo XIX, las manifestaciones culturales en donde va supuesta una clase social, no se entienden. Cuando se comenzó a dar el fenómeno de la Revolución Industrial y la sociedad masificada, hubo intelectuales que vieron en ello un atentado a sus privilegios y sobre todo una amenaza en cuanto a la calidad cultural que unos cuantos disfrutaban. Le Bond, Freud, Ortega y Gassete, son unos de tantos pensadores que dieron la alerta sobre lo que se avecinaba. Después, vendría la polémica entre apocalípticos e integrados bajo la influencia de la escuela de Frankfurt de si la cultura de masas era positiva o negativa. Al parecer, algunos intelectuales no terminan de digerir el éxito que tiene la cultura de masas en la sociedad.
Por principio de cuentas, hablar de niveles culturales ya es calificar uno mejor que otros. Yo prefiero referirme a ellos como manifestaciones culturales con diferentes principios. Siguiendo a Eco, me quedo con la clasificación de superior, media, popular y masiva; subrayo que lo popular es diferente a lo masivo; el primero, tiene su origen en la historia, en las tradiciones, creencias, religión, convicciones cívicas. Son todos los rituales que acompañan a nuestra vida. Lo masivo es la influencia que los medios de comunicación van ejerciendo en nosotros cuyo principio fundamental es la comercialización de productos. Para completar el cuadro, habré de mencionar que lo superior está compuesto por todas aquellas que se han convertido en paradigma a través de la historia, por su perfección. Así como lo podemos aplicar al arte, se puede referir a otros aspectos como usos y costumbres. La cultura media es la que un universitario obtiene como consecuencia de un proceso educativo.
Habiendo delimitado estas cuatro manifestaciones, hago la aclaración que no se puede calificar una con las reglas de las otras. Así como Rigoleto no deja de ser obra de arte por no ser tan comercial, así tampoco las canciones de Juan Gabriel dejan de ser sumamente comerciales aunque carezcan de ciertas características estéticas no aplicables a este tipo de canciones. Lo que le interesa a las casas productoras de música es que su producto se venda. En eso no falló el compositor.
Desde el elitismo cultural todo resulta vano, pero la cultura, ante todo, debe ser humana, o por lo menos, debiera de cultivar el humanismo, entender al hombre en todos sus aspectos y manifestaciones, hasta en el sentimental que raya en la cursilería.
En el siglo XIX, el romanticismo acompañó a los movimientos revolucionarios de todo el mundo: Los miserables de Víctor Hugo, o María de Jorge Issac, fueron novelas que se hicieron clásicas. Si leemos las letras de Guillermo Prieto, a lo mejor no encontramos en ella la calidad estética de un Rubén Darío, lo que sí hallaremos es la expresión de lo mexicano. Ni las novelas son Joyce o Faulkner, ni los versos Baudelaire, pero a la gente común y corriente le llegan al corazón, y al contrario, no entiende a los autores mencionados.
La cuestión es otra; desde el mismo elitismo cultural preguntarse, ¿por qué a la gente le gusta Juan Gabriel? En las teorías de comunicación, hay una serie que se agrupa bajo el concepto de "usos y gratificaciones". Intenta resolver, ¿qué hace la gente con los mensajes que recibe de los medios de comunicación?, considerando al receptor como elemento activo. No hay duda que el público recurre a este compositor para expresar sus estados emocionales y no a Puccini. Tampoco anda en busca de la metáfora elaborada, se conforma con la sencillez de las palabras que le reflejan sus estados de ánimo. Esta gente lo hace porque no ha sido cultivada de otro modo o porque no se le han dado otras referencias.
El torpe es el elitista que coloca etiquetas como naco. Pregunto: ¿Qué es lo naco? O ¿jota? Si se refiere a homosexual, recuerdo que en la cultura superior también existe desde los griegos, tal vez antes; ni Proust ni Wilde ni la Yourcenar o Michima pierden su valor por serlo.
El intelectual debería abrirse y no encerrarse en su torre de cristal. Los fenómenos son para estudiarse desde la sociología, la sicología, la preceptiva literaria. Insisto, el hombre culto que no es humanista, se convierte en un farsante. Los hombres que hacen la historia jamás son perfectos, son simplemente humanos. Para rematar: Juan Gabriel se educó en hospicios y en la cárcel. No tuvo papi rico que lo mandara a la Soborna. Y ya que Alvarado se refiere a Bordieu con Aristegui, le entrego esta cita:
"Bordieu toma de la teoría marxista la idea de una sociedad estructurada en clases sociales que se encuentran permanentemente en lucha por la imposición de sus intereses específicos. Para un sociólogo como Bordieu, el poder económico sólo puede reproducirse y perpetuarse si a la vez, logra poseer el poder cultural y ejercer el poder simbólico. La dominación de una clase social sobre otra se asienta en el ejercicio de este poder, por tanto las prácticas y procesos sociales, sólo se pueden explicar a partir de un análisis que relacione elementos económicos y culturales simultáneamente". (Activismo híbrido. Wordpress. Com. El capital cultural).