CIUDAD A FUTURO
En el artículo pasado, dije que no había que recurrir a un mundo posterior o metafísico para sacar normas éticas o morales que rigieran el comportamiento del mundo. Nos basta que reflexionar sobre el mundo y la naturaleza en la que estamos inmersos para darnos cuenta de un deber ser donde nuestra vida puede ser más humana; lo cual significaría el ir obteniendo la felicidad. Queremos ser felices después de muertos ¿podremos serlo ahora? Haría falta mucho trabajo, pero yo creo que sí.
Partamos de la naturaleza, nos está desconociendo; la inversión térmica, los tsunamis y demás cosas nos parecen apocalípticos. Bien sabemos a qué se deben estos cambios, a la misma acción del hombre que ha lastimado nuestro nicho ecológico y que no quiere comprender que el beneficio personal debe estar supeditado al general.
A ciertas personas lo único que les interesa es ganar dinero. Parten del principio: "dejar hacer, dejar pasar" pretendiendo que la ley del más fuerte se imponga. De la naturaleza, únicamente ven la ley del más fuerte y con ello quieren avalar la imposición de unos encima de los otros; sin embargo el descubrimiento de nicho ecológico viene a negar la máxima. Los científicos actuales han descubierto que la naturaleza autocontrola todos sus elementos. El fuerte, en el reino animal, está para que la escala zoológica el de abajo no se multiplique más allá de lo que la naturaleza puede mantener. Si eliminas al de arriba, el de abajo crece y ese crecimiento destruye la totalidad de lo que los rodea quedando al final la destrucción de la totalidad. (Eso lo enseñan en la preparatoria).
En el caso del hombre existe la inteligencia. Nuestro nicho ecológico es la naturaleza en su totalidad. De ella depende nuestra vida; por lo tanto, si la acción de unos cuantos afecta el hábitat del cual dependemos, nadie puede oponerse a que existe una ley y se aplique, en contra de las acciones de aquellos que pueden llegar a destruir nuestra forma de vida. La lógica de esa ley es incuestionable; o son los millones de unos cuantos o es la subsistencia de toda la humanidad.
Esto que hemos dicho anteriormente lo podemos aplicar regionalmente. Agua/alfalfa. Estoy de acuerdo que la industria lechera es una de las más importantes del país; es más, como miembro de esta región, me siento muy orgulloso. Esta es una de las pocas cosas que podemos presumir. Sin embargo, con el tiempo, el agua que se usa en la alfalfa nos puede faltar para la subsistencia. Lo inteligente sería solucionar la problemática; (lo más lógico es cultivar la alfalfa donde sobre el agua e importarla a la región; lo menos lógico es seguir haciendo lo que se hace, cultivar aquí mismo ese producto sacrificando el agua de consumo humano, que ahora nos la quieren vender embotellada a cinco pesos litro).
La única pregunta que habría que responder es ¿qué tan importante es el agua para nuestra subsistencia? ¿Qué tanto afecta el cultivo que usa mucha agua en estas tierras que desde siempre han sido desérticas?
Nicho ecológico. Todos dependemos de todos; por lo tanto, la regla del dejar hacer, dejar pasar no es posible aplicarla como el poder económico quisiera. Tiene que haber reglas que controlen el juego del liberalismo donde diferentes libertades se contraponen.
Las reglas componen las leyes, pero también la ética y la moral. Son necesarias para la justa convivencia entre los seres humanos y en su conjunto aseguran la subsistencia de la humanidad y la construcción de la felicidad; no de unos cuantos, sino de todos.
Desde los romanos se hacen leyes, Justiniano se encargó de recopilarlas y son la base de todas las constituciones que actualmente rigen las naciones de occidente. Desde entonces, y desde los griegos, la noción del bien común existe. Con la democracia creíamos haber logrado el sistema que nos llevara a ello, porque la totalidad de los individuos que formaban una nación estarían representados en las instituciones que se encargaría de hacer las leyes y de vigilar su aplicación.
Cuando una sociedad anda mal nos damos cuenta de que tal sistema no está funcionando; y tan andamos mal que muy pocos se sentirán felices con el futuro que les presenta nuestra región, parte de nuestro estado, parte de nuestra nación, parte de nuestro continente, del mundo y de la humanidad. (Nicho ecológico). Sé cuál es el mal; pero no la solución. Falta la verdadera representatividad de los ciudadanos, que se ha convertido en la representatividad de los partidos y sus intereses, que se ha convertido en la representatividad exclusiva de los políticos, y de su clientela, cuyos intereses muchas veces han ido en contra de los propios ciudadanos. Eso digo yo ¿usted, qué dice?