Alfredo Castillo, director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
Hasta las últimas consecuencias están dispuestos a llegar varios medallistas olímpicos de boxeo, después de ser despedidos como entrenadores del Centro Nacional de Detección de Talentos y Alto Rendimiento (CNAR).
"Si no nos recibe el licenciado (Alfredo) Castillo para tratar nuestro problema hemos pensado buscar al presidente de México, Enrique Peña Nieto, para pedirle ayuda", sentenció Joaquín Rocha, ganador de bronce en los Olímpicos de 1968.
Los ex púgiles detallaron que su contrato terminó el pasado 30 de abril, cuando se les informó que por falta de un programa de trabajo serían cesados.
"Es vergonzoso lo que estamos pasando, porque nosotros mes con mes presentamos nuestra planeación, misma que firmaba el subdirector del CNAR, Carlos Villaseñor", explicó Mario González, ganador de bronce en Seúl 1988.
Ricardo Contreras, presidente de la Federación Mexicana de Boxeo (FMB), expresó su frustración por el trato a los medallistas.
"Los corrieron como a cualquier hijo de vecina. Quieren borrar de un plumazo toda la historia de nuestro boxeo olímpico. Hasta cuándo van a seguir las tropelías, no comprenden que de ellos dependen sus familias", opinó.
Tras su despido, los púgiles denunciaron también malos tratos en el CNAR.
"Una vez Agustín Zaragoza estaba en el comedor y una persona de seguridad le dijo que él no podía estar ahí, lo querían sacar, hasta que él ofreció pagar", contó Rocha.
Además, agregó, los talentos en formación reciben muy poco apoyo de las autoridades.