Calificadora. Los indicadores que impactan el sistema financiero se han deteriorado.
La calificadora Standard and Poor's (S&P) informó que además de la disparidad en el ingreso y alto nivel de informalidad en la economía, el esquema legal de México y los altos índices de corrupción también obstaculizan el desarrollo financiero.
"No hemos observado importantes avances respecto al control de la corrupción y el Estado de derecho. En cambio, estos indicadores se deterioraron ligeramente el año pasado".
En su documento "Análisis de riesgos de la industria bancaria por país", correspondiente a México, la calificaora S&P destacó que estos factores van a mantener en una baja penetración bancaria en el país y en el enfoque de los bancos en el sector formal y en las familias con medios y altos ingresos.
"El desafiante entorno legal de México incluye derechos de propiedad relativamente débiles y procesos judiciales complejos y poco confiables. Las reformas de los procesos legales y de bancarrota y un registro unificado para garantías de bienes inmuebles están en curso, pero aún hay margen de mejora", añadió
Según Standard and Poor's, las mejoras en los burós de crédito en México han ayudado a los intermediarios financieros a analizar mejor el riesgo, aunque la deficiente cultura crediticia ha llevado algunas veces a altos niveles de deuda personal a los clientes.
Resaltó que fraudes en instituciones financieras reguladas, como Ficrea, Oceanografía y el incumplimiento de Banco Bicentenario reflejan debilidades regulatorias y de supervisión.
Fortalezas y debilidades. S&P destacó la fortaleza del sistema financiero, con lo que los bancos en el país son rentables gracias a un entorno competitivo sano y a estándares adecuados para el establecimiento de precios.
Sin embargo, para la calificadora, además de la informalidad y el esquema legal que opera en el país, se traducen en un riesgo crediticio alto.
Puntos positivos
Algunos puntos a destacar:
⇒ Los riesgos en el sistema económico por desquilibrios siguen siendo limitados.⇒
⇒ La tendencia de riesgo en los bancos es estable.