Dos mil niños, en Durango trabajan,
de los treinta y ocho mil que laboran,
Ponen el ejemplo y no se “rajan”,
ayudan a la familia y así colaboran.
Debemos apoyarlos a que avancen,
es obligación moral de la sociedad,
que tengan ingresos; y un “chance”
de mejorar de su vida, la calidad.
Como son niños con discapacidad:
que el gobierno aplique programas
para darles educación y oportunidad
de trabajo digno, que no haya vanidad;
con humildad propone este Epigrama.
Que estudien en vez de trabajar
para que alcancen alguna profesión,
mejoría en las condiciones de su hogar:
¡Lo he dicho ya en otra ocasión!
Tengan alegría y felicidad en su niñez
y vean el mundo y la vida con optimismo:
lo dije y lo diré por enésima vez,
¡aunque digan que salgo con lo mismo!