Muy indignada y preocupada
está al futbol, la gente aficionada,
por la violencia en el estadio;
y alarmada está la sociedad
al ver en peligro su integridad;
¿De quién es la responsabilidad?
Al futbol van familias completas,
porque quieren ver a su equipo;
y las tribunas están “repletas”
con “malandros” de varios “tipos”.
Si el deporte es un familiar evento,
que las autoridades garanticen
en el juego y en todo momento
la seguridad, y con cuidado revisen,
la calidad de la gente que asiste:
para evitar lo que el sábado viste.
Tranquilas ya no asistirán
con sus niños las señoras,
asustadas siempre estarán
de ser víctimas de “maloras”.
Que se ponga ejemplar sanción,
para que los hechos no se repitan;
es lo que está exigiendo la población,
¡Así compitan los que compitan!