El equipo mexicano RGR Sport ganó las 6 Horas de México en la categoría LMP2. (EFE)
Fue una de esas carreras que se recordarán por siempre en el automovilismo mexicano. El día en que el único equipo tricolor en el World Endurance Championship (WEC), el RGR Sport, remontó posición tras posición hasta quedarse con la victoria de las 6 Horas de México, en la categoría LMP2.
Ricardo González, el brasileño Bruno Senna y el portugués Filipe Albuquerque, perdieron el primer puesto desde la primera hora de competencia.
Pero vuelta a vuelta comenzaron ganar terreno para sobreponerse a dos despistes, un contacto y recibir la de a cuadros ante el festejo eufórico del público. En tanto que el Porsche Team con su auto número 1, se llevó el triunfo en la clase estelar LMP1.
Bruno Senna fue el encargado de arrancar el auto 43 del RGR Sport. A cada vuelta, de inmediato el público le mostró su apoyo, con vítores y banderines del único equipo nacional en competencia sobre la pista.
El auto 37 del SMP Racing, conducido por Victor Shaytar, después de 50 minutos de carrera, fue el primer bólido en tener un accidente y provocar una bandera amarilla. Esto fue aprovechado por los demás bólidos para cambiar neumáticos y pilotos. El RGR también sacó partida para subir a Ricardo González.
En este cambio, el auto #26 de G-Drive Racing salió por delante del equipo mexicano. Su conductor Roman Rusinov aumentaba mayor distancia en cada vuelta.
González sufrió un despiste en el giro 67, que le costó valiosos segundos.
El piloto regiomontano llevó por tercera vez a pits al bólido #43 para hacer el cambio de piloto por su compañero Senna cuando faltaban 3h45 de carrera, con la iniciativa de ir a la caza del liderato.
Una bandera amarilla a la mitad de la carrera fue aprovechada por el RGR para subir a la conducción a Filipe Albuquerque, que salió en tercer lugar, por detrás del auto 36 de Signatech Alpine.
A dos horas y 27 minutos de concluir la carrera, empezó una lluvia constante que obligó a los autos a cambiar a neumáticos para suelo mojado, pues varios bólidos empezaban a patinarse en las entradas de las curvas.
Cuando faltaban 35 minutos, apareció una estela de fuego en el neumático delantero del auto #26 que obligó su entrada a pits y, con ello, que el RGR Sports recuperó una vuelta lapeada para tomar la punta que había perdido al inicio de la carrera y que ya nunca más perdería para cruzar la meta en medio de cohetones y el grito de "¡México, México, México!".