Ataque yihadista. Una mujer llora amargamente por el atentado en Turquía en donde murieron diez personas.
Las autoridades turcas han detenido hasta ahora a cinco personas que se creen están directamente vinculadas con el atentado suicida del martes en Estambul que costó la vida de diez turistas alemanes.
Así lo confirmó el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, en rueda de prensa, al señalar que se habían producido cuatro detenciones tras la realizada ya anoche, anunciada ayer por la mañana. Davutoglu confirmó que el responsable del atentado, identificado por el Gobierno como un sirio de origen saudí, nacido en 1988, "había entrado en Turquía como un refugiado normal".
Pareció confirmar así lo publicado ayer por la prensa local, según la que el hombre, nacido en Arabia Saudí, entró en Turquía procedente de Siria y se presentó el 5 de enero en la oficina de inmigración de Zeytinburno, en Estambul, para solicitar asilo.
Según la agencia de noticias Dogan, el hombre se llamaba Nabil Fadli, acudió a la oficina de inmigración en compañía de otras cuatro personas y permaneció varios días en la dirección que le facilitaron las autoridades. Esta mañana, el ministro del Interior turco, Efkan Ala, había confirmado que la identificación del terrorista fue fácil gracias a que se disponía de sus huellas dactilares. Pero esta persona no constaba en ningún registro de sospechosos de terrorismo ni local ni de otros países con los que Turquía intercambia información, acotó Ala.
Una testigo presencial, la guía turística Sibel Satiroglu, herida durante el atentado en un pie, describió en declaraciones al diario Hürriyet al terrorista como un hombre joven vestido de forma moderna, afeitado, pero con una barba de perilla.
Relató que se hallaba junto a un grupo de 20-25 alemanes cuando escuchó un "clic" y observó que el hombre activaba un mecanismo, por lo que ella gritó en alemán "salid corriendo", evitando así una mayor masacre, observa el citado diario.
El Gobierno turco acusó el martes al grupo yihadista Dáesh (acrónimo en árabe de Estado Islámico) de ser responsable del atentado, algo que Davutolgu reiteró una vez más.
El primer ministro acusó al régimen sirio de colaborar con Dáesh contra las milicias rebeldes sirias, que también, según dijo, son el objetivo principal de las operaciones aéreas rusas en Siria.
Davutoglu anunció que de los once heridos que ayer por la mañana se hallaban ingresados -9 alemanes, un noruego y una peruana - cinco han sido dados de alta y seis siguen hospitalizados, dos de ellos en estado grave.
Duro golpe para el turismo turco
El atentado que causó el martes la muerte de diez turistas, la mayoría alemanes, ante la Mezquita Azul ha dejado vacía de viajeros esta zona monumental de Estambul, normalmente un hervidero de visitantes extranjeros. La mitad de los casi 12 millones de turistas que Estambul recibe por año pasan por la Mezquita Azul. "Es lo peor que he visto en mi vida, y llevo 50 años trabajando con turistas en esta plaza", asegura Ugur Küpeli, profesional del sector, mientras observa como los transeúntes colocan claveles rojos en el obelisco, justo donde se hizo detonar un yihadista suicida en medio de un grupo de turistas alemanes. "El atentado ha reducido las visitas, aunque algunos grupos siguen viniendo", explica uno de los vigilantes de la Mezquita Azul, mientras que su colega, ante la cercana basílica de Santa Sofía, que "si bien se nota la diferencia, en esta época nunca hay tanto turismo porque no vienen buques cruceros".
Estiman próximas negociaciones
La ONU mantiene el 25 de enero como fecha para iniciar las negociaciones de paz en Siria, según dijo ayer la organización, en medio de advertencias por parte de la oposición de que no acudirá a la cita mientras no se garantice el suministro de ayuda humanitaria en el país.
Según un portavoz, el mediador de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, y su equipo siguen teniendo el día 25 en el punto de mira y trabajarán para enviar invitaciones que garanticen una “máxima inclusividad”.
De Mistura se reunió ayer en Ginebra con los embajadores de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad para informarles de sus últimas gestiones y dar un nuevo impulso al proceso.
Mientras tanto, desde Siria, una treintena de grupos rebeldes condicionaban su participación en la reunión de paz a que se apliquen las resoluciones del Consejo referidas al suministro de ayuda humanitaria y a los ataques a civiles.
En ese sentido, De Mistura, según el portavoz, defendió ante las potencias la “importancia crucial de que los sirios vean un acceso sostenido y sin trabas a una serie de zonas sitiadas de cara en el periodo previo a las negociaciones”.
Los cinco países (EU, Rusia, Francia, China y el Reino Unido) se comprometieron a presionar para lograr acciones “inmediatas” en apoyo de ese esfuerzo en los próximos días, según la misma fuente.
En los últimos días, las agencias humanitarias han tenido acceso finalmente a varias ciudades asediadas, como Madaya, donde la población llevaba mucho tiempo sin apenas comida.