El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo ayer que la ofensiva militar del gobierno sirio respaldada por Rusia en Alepo merece una 'investigación por crímenes de guerra' debido a sus múltiples víctimas civiles, aunque no sugirió mecanismos para desarrollarla. (ARCHIVO)
La tensión entre Estados Unidos y la Federación Rusa escaló ayer nuevamente a niveles de guerra fría, como la que se vivió en los tiempos de la Unión Soviética.
El gobierno de Barack Obama acusó por primera vez oficialmente al gobierno de Vladimir Putin de haber orquestado los ataques cibernéticos contra personas e instituciones estadounidenses, incluido el Comité Nacional Demócrata (DNC), con la clara intención de interferir en las elecciones del 8 de noviembre.
En un comunicado conjunto del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el gobierno estadounidense se declaró "seguro de que el gobierno ruso dirigió la reciente puesta en peligro de correos electrónicos de personas e instituciones de Estados Unidos, incluidas organizaciones políticas".
Las filtraciones de estos correos y su contenido han sido tema central de las campañas electorales norteamericanas.
También Siria fue ayer motivo de señalamientos por parte de Washington a Moscú.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo ayer que la ofensiva militar del gobierno sirio respaldada por Rusia en Alepo merece una "investigación por crímenes de guerra" debido a sus múltiples víctimas civiles, aunque no sugirió mecanismos para desarrollarla.
Cuatro días después de suspender la cooperación con Rusia para poner fin al conflicto sirio debido a los bombardeos de la aviación rusa en Alepo, Kerry dio un paso más en su constante denuncia de los ataques desplegados por Moscú y el régimen de Bachar al Asad.
Otro país involucrado en esta escalada es Finlandia, en donde el Ministerio de Defensa denunció dos posibles violaciones del espacio aéreo por parte de sendos cazas rusos SU-27, apenas unas horas antes de que el país nórdico firmara en Helsinki un acuerdo para estrechar la cooperación militar con Estados Unidos.
Por su parte, el viceministro de Defensa, Nikolái Pankov, confirmó ayer que Rusia estudia reabrir sus bases militares en Cuba y Vietnam, sus antiguos aliados comunistas en cuyo territorio se desplegaban tropas rusas hasta 2002. "Estamos trabajando en ello", dijo sin precisar los detalles de la negociación.
Cuba y Vietnam fueron dos de los puntos más calientes de la Guerra Fría, ya que tanto la Unión Soviética como Estados Unidos contaban con bases militares en esos dos estratégicos países.