Foto: Archivo Siglo Nuevo
El próximo mes de noviembre nuestro vecino del norte elegirá al nuevo inquilino de la Casa Blanca, los estadounidenses continúan escuchando las propuestas de la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, ¿qué se puede esperar de uno y otro al frente de ese país en términos económicos?
“In god we trust”, es una de las frases más populares y reconocidas por estar escrita en el billete de cambio más aceptado del mundo, misma que traducida al español significa “En Dios confiamos”. No es de extrañar que la palabra 'confianza' sea el principal hilo conductor de la historia de esta nación que hoy en día es considerada como una de las más importantes e influyentes del planeta. La confianza ha estado presente generación en generación, desde los primeros peregrinos que llegaron a las costas de Virginia, Filadelfia, a formar esas 13 colonias inglesas en América con el único sueño de un futuro mejor para sus descendientes; al emprender el tendido de las vías de ferrocarril que comunicar su vasto territorio de costa a costa (lo que trajo como consecuencia un gran crecimiento económico en el siglo XIX); y en el posterior trazo de las grandes autopistas que se construyeron en el siglo XX y que aceleraron el desarrollo del país. La capacidad de reinvención de esta nación es sorprendente, por ejemplo al pasar de la explotación del campo a la industrialización del petróleo.
Claro que no se puede dejar de lado que como todo en este mundo la historia económica de los Estados Unidos es compleja y llena de claroscuros; en ella ha tendido lugar el progreso y la prosperidad, pero también la esclavitud.
Es necesario conocer esas raíces históricas aunque sea de forma general para poder entender el panorama social e histórico que estamos presenciando, donde el destino de una de las naciones más poderosas del mundo está en juego con dos candidatos; por un lado el magnate Donald John Trump, nacido en Nueva York en 1946 y en el otro frente una ex primera dama, Hillary Clinton, nacida en Chicago en 1947.
ALGO DE HISTORIA
Estados Unidos, localizado en América del Norte, tiene una superficie de 9.85 millones de kilómetros cuadrados, lo que lo convierte en uno de los países más grandes del mundo. Tiene una población de 321.6 millones de personas, es uno de los países más poblados del mundo. Su idioma oficial es el inglés y el segundo más hablado es el español. En su territorio se practican casi todas las religiones y su unidad monetaria es el dólar.
La vocación económica de esta nación llega con los primeros colonos que buscan sacar el mayor provecho a los recursos naturales de las regiones a las que llegan primero con la agricultura, de la cual el período de la cosecha del algodón es una de las etapas más importante, así como la siembra de tabaco. Posteriormente, el comercio que se genera con las vías del tren y la conquista del lejano oeste donde la minería y su promesa de fortunas escondidas en las montañas.
El descubrimiento de petróleo y su refinación creó también otro momento de auge de la industria. La cual vería su esplendor durante uno de los hechos más desafortunados de la historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial. Es a partir de este momento que la política económica de Estados Unidos, además de atender los problemas domésticos comienza a tener injerencia en los problemas globales.
Durante los años sesenta y setenta experimenta una turbulencia política y económica, por ejemplo en 1965 se ponen en marcha programas contra la pobreza impulsados por el presidente Kennedy. En 1970 el derecho de trabajo para las mujeres, la igualdad de salarios y la creación de guarderías.
Se puede decir que entre 1945 y 1970 Estados Unidos disfrutó de un largo período de crecimiento económico interrumpidos sólo por recesiones breves y bastante leves. Los estadounidenses podían gozar de un cómodo nivel de vida.
Los ochenta y los noventa estuvieron marcados por grandes conflictos en Medio Oriente y por la lucha contra el cáncer y el consumo de drogas en la Unión Americana. La economía de guerra impulsó grandes negocios para los involucrados. Dicha lucha se llevó a cabo en los países donde se produce la droga y no en el propio territorio estadounidense.
De 2008 a 2012 se originó en este país la llamada crisis económica mundial. Entre los principales factores causantes de la crisis estarían los altos precios de las materias primas, la sobrevaloración del producto, una crisis alimentaria mundial y energética, una elevada inflación planetaria y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados.
Aunque se ha cerrado la brecha que separaba a Estados Unidos de las otras potencias, el vecino del norte cuenta hoy con las bases económicas para mantenerse como una gran potencia. Su economía sigue siendo competitiva internacionalmente y mantiene su liderazgo en tecnologías clave para el futuro.
ECONOMÍA ACTUAL
Actualmente la economía estadounidense está viviendo un momento histórico lleno de contrastes porque aunque a nivel macroeconómico sigue creciendo, lo ha hecho a una tasa del 2.4 por ciento en los últimos años, muy por debajo del promedio histórico de más de tres por ciento.
En este 2016 panorama no ha sido alentador, por ejemplo, en el primer trimestre la economía creció tan solo 0.8 por ciento y la Reserva Federal prevé un crecimiento del dos por ciento para fin de año.
El empleo es otro factor que nos da una idea de la fortaleza económica, en lo que va del año se han creado 748 mil nuevos empleos, cifra que aunque parece muy buena, es menor a lo que se venía registrando en 2014 y 2015, cuando más de un millón de empleos ya habían sido creados para el primer semestre del año.
Por otro lado, los salarios no han repuntado mucho a pesar de que la economía, como se dijo anteriormente, sigue creciendo y la tasa de desempleo ha caído por debajo del cinco por ciento.
El pasado mes de mayo el crecimiento de los salarios llegó a 2.5 por ciento, muy por debajo del promedio histórico de 3.5 por ciento por año que Wall Street y los ciudadanos esperan. Estas condiciones de empleos mal pagados están provocando que la desigualdad aumente debido en gran medida a que los ingresos de la clase media y la clase trabajadora no están creciendo, mientras que a la clase alta, le está yendo bien.
Por ejemplo, una familia común de clase media gana alrededor de los 53 mil dólares al año, casi lo mismo que hace dos décadas. Los menos afortunados encuentran empleos donde se percibe menos de 25 mil dólares al año, cantidad tan baja que según el departamento de trabajo, una familia con tres integrantes con ese ingreso podría calificar para recibir asistencia gubernamental por medio de cupones de alimentos.
La deuda gubernamental es también un foco rojo. Actualmente es de más de 19 billones de dólares y sigue creciendo a un ritmo muy acelerado. Por mencionar un dato, en 2016 la relación PIB-deuda era del 35 por ciento; en la actualidad es del 75 por ciento en gran parte debido a los paquetes y planes para rescatar la economía en la última gran recesión por medio de la reactivación económica. Esta relación de Producto Interno Bruto PIB-deuda sería como observar la cantidad de deuda que una persona tiene en comparación con sus ingresos anuales para poder tener una idea de la facilidad con que puede pagar la deuda.
EXPECTATIVA ANTE ELECCIONES
El día de hoy existen dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, uno es la ex primera dama Hillary Clinton, candidata del partido demócrata, quien recientemente delineó los pilares de su plan económico: los salarios, los créditos a los estudiantes, el sentido económico de realizar una reforma migratoria, importancia de los acuerdos comerciales.
Del otro lado está el candidato republicano y magnate Donald Trump, quien durante su campaña ha destacado como polo de atracción de sus simpatizantes la propuestas de reforma fiscal, de comercio exterior y de inmigración, que maneja como los ejes principales para crear empleos y hacer crecer a la economía. No obstante estas propuestas presentan muchas inconsistencias en materia económica, ya que de llevarse a cabo desatarían conflictos comerciales y una gran recesión, por lo que lo más seguro es que sólo sean un instrumento político para atraer el voto de un sector inconforme con la política llevada a cabo durante las últimas décadas y que serían desechadas en caso de resultar presidente electo.
Lo que sí es seguro es que antes, durante y después de la elección en noviembre, seremos testigos de una volatilidad de los mercados globales a causa de las implicaciones económicas del resultado de esta contienda.
TRASCENDENCIA GLOBAL
La importancia de esta nación para nuestro país es indiscutible, a nivel mundial es una de las más importantes, por ejemplo en 2014 se estimó por parte del departamento de comercio estadounidense que el intercambio comercial entre México y Estados Unidos fue de 580 mil millones de dólares. Además, la secretaria estadounidense de comercio, Penny Pritzker, resaltó el hecho de que México se ha consolidado como el tercer socio comercial del país norteamericano.
Por otra parte está la gran cantidad de remesas que llegan al país para mantener a un gran número de familias, los empleos formales e informales que ocupan en esa nación los paisanos que salen de sus lugares de origen para buscar un mejor nivel de vida.
La idea de conocer la información económica de los diferentes países no es para seguir alimentando el principal deporte nacional, que es quejarse o ser indiferente, sino que la información vertida en estas páginas sirva para tomar decisiones. Actualmente el tipo de cambio del peso frente al dolar sobrepasa los 20 pesos. Es momento de preguntarse: “¿Qué acciones debo tomar en mi vida cotidiana para que lo que está pasando a nivel macroeconómico me afecte lo menos posible?”. Y sobre todo recordar que las crisis también son épocas de oportunidades, debemos dejar de tener ese recelo hacia el vecino del norte y mejor buscar la manera de sacar provecho a su proximidad.
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