Aumentan. En el Senado se discutió la actuación de los gobernadores que quieren protegerse de cualquier investigación. (ARCHIVO)
El Senado se lanzó ayer contra los gobernadores del PRI señalados por buscar impunidad a través del nombramiento de última hora de funcionarios, fiscales y magistrados para no ser sancionados por presuntos actos de corrupción.
Al menos son tres los gobernadores que caen en este supuesto: Javier Duarte, de Veracruz; César Duarte, de Chihuahua y Roberto Borge, de Quintana Roo.
El presidente de la Cámara alta, el panista Roberto Gil, exigió poner un freno al agandalle de los mandatarios que buscan protegerse para evitar la cárcel.
"Esto es un tema fundamentalmente político, y el 'agandalle' político tiene que resolverse con responsabilidad política", manifestó el legislador.
"Lo que está en juego es la institucionalidad del Estado mexicano y las condiciones de gobernabilidad en cada una de las entidades federativas. Hay estados de por sí complicados como para que, a través del 'agandalle', se sigan complicando".
Por separado, el propio líder de la bancada tricolor, Emilio Gamboa, reconoció que los mandatarios locales que hayan faltado a la ley deberán pagar las consecuencias.
"No va a haber impunidad. Si alguien hizo alguna travesura o utilizó recursos públicos que le pertenecen al Estado mexicano o al Estado que representan, tienen que cumplir puntual y cabalmente lo que les exige la ley", sostuvo.
Luego de que la Oposición señalara el riesgo de que los congresos locales con mayoría priista --como Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua-- ayuden a consumar las medidas para evitar la rendición de cuentas, Gamboa también llamó a los diputados locales a actuar con responsabilidad.
"Tienen que ser muy cuidadosos", subrayó.
