Sin vínculos. El clérigo Gülen negó su supuesta vinculación con el fallido golpe de estado.
Turquía solicitó formalmente a Estados Unidos la extradición del clérigo opositor Fethullah Gülen, al que Ankara considera responsable del fallido golpe de Estado del viernes pasado, informó ayer el primer ministro turco, Binali Yildirim.
"Hemos enviado cuatro expedientes a Estados Unidos solicitando la extradición del predicador. Les enviaremos más pruebas de las que quieren", aseguró Yildirim en la primera reunión de su grupo parlamentario tras la asonada militar.
"Estados Unidos: dejen de proteger a este terrorista, no les conviene ni a ustedes ni a la humanidad", dijo Yildirim, citado por la agencia turca de noticias Anadolu.
Las autoridades turcas consideran que Gülen, quien vive en Estados Unidos y figura en varios listados de las personas con más influencia en el mundo, es el "cerebro" del fallido golpe, sin embargo el clérigo niega esa acusación.
"No tenemos la más mínima duda de quién ha puesto en marcha y ejecutado (el intento de golpe de Estado): la organización terrorista paralela", enfatizó el primer ministro.
Dijo que hay "más que suficientes" pruebas de la implicación del clérigo en las maniobras para derrocar al gobierno turco.
Fethullah Gülen es un clérigo que vive recluido y exiliado en Pennsylvania, lidera un movimiento popular denominado Hizmet. Este movimiento, de composición bastante heterogénea y en ocasiones sectario, abarca grupos de estudio, negocios, centros educativos y publicaciones de distintas partes del mundo. A lo largo de los años ha conseguido amasar dinero e influencia y ha sido durante muchos años el principal enemigo del presidente Erdogan.
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'Purga' en Turquía
El gobierno turco escaló ayer martes la respuesta contra las personas que considera aliadas de los presuntos autores del fallido golpe de estado y despidió a casi 24 mil maestros y empleados del Ministerio de Educación en todo el país y exigió la renuncia de mil 577 decanos universitarios.
El Ministerio del Interior destituyó a 8 mil 777 personas, además, 257 personas que trabajaban en la oficina del primer ministro fueron despedidas y la Dirección de Asuntos Religiosos anunció la remoción de 492 personas, incluyendo clérigos, oradores y maestros religiosos.
Los despidos del martes se suman a las casi 9 mil personas que han sido detenidas por el gobierno, incluyendo personal de seguridad, jueces, fiscales, personalidades religiosas y otros.
