Reclamo. Los pobladores de Nochixtlán que resultaron heridos, estuvieron ayer en Tlatelolco. (EL UNIVERSAL)
A un mes y 12 días de que ocho personas fueran asesinadas y más de 190 resultaran heridas en el operativo de la Policía Federal para desalojar a maestros de la CNTE en Nochixtlán, Oaxaca, las víctimas reprocharon que no haya ningún sancionado y demandaron disculpas públicas del Gobierno.
Ayer, alrededor de un centenar de habitantes de Nochixtlán, entre lesionados, familiares y niños, que integran el "Comité de víctimas por justicia y verdad, 19 de junio" hablaron públicamente por primera vez en la Ciudad de México.
"Si el Estado dice que ellos fueron agredidos, yo le preguntaría: ¿dónde están sus muertos?, ¿dónde están sus lesionados? Aquí están más de 100 lesionados, aquí están ocho muertos (pobladores de Nochixtlán)", reclamó Maurilio Santiago, abogado de las víctimas, durante una conferencia en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
Los pobladores acusaron que ese 19 de junio los niños resultaron afectados por los gases lacrimógenos, que algunas personas fueron sacadas de sus casas por policías y que les dispararon desde más de 200 metros de distancia con una precisión que resultó mortal.
"Fue el domingo de plaza en Nochixtlán, donde gente que nada tenía que ver en la manifestación fue asesinada. Eso se llama ejecución extrajudicial y eso debe ser sancionado ante un organismo internacional, donde se responsabilice al Estado mexicano", añadió el abogado, quien acompaña al grupo que llegó hace una semana a la Ciudad de México. En medio del Edificio Chihuahua y de las ruinas arqueológicas, las víctimas mostraron sus heridas en piernas, espalda, abdomen, rostro, brazos.
Por casi tres horas narraron sus experiencias y reclamaron atención médica permanente. "No es posible, que a un mes 12 días no haya una sola persona presa por esta masacre", reprochó Juana Ramón Solís, representante de las víctimas.
Alberto Martínez Martínez, por ejemplo, recordó que ese día él fue a Nochixtlán a trabajar, pero ya durante el enfrentamiento se encontraba ayudando a otros heridos cuando observó a un policía que le apuntó y le disparó.
"Yo nada más sentí un ardor en el estómago. Tengo un balazo. Me hicieron tres operaciones, en el hígado, intestino y el bazo", mencionó mientras levantaba su camisa para mostrar sus cicatrices.
A Juan José Acevedo Martínez la bala que le fracturó la mandíbula le entró por detrás de la oreja izquierda y salió debajo de la mejilla del mismo lado.
Estuvo más un mes recibiendo atención médica básica, sólo para que no se le infectada la herida, hasta que llegó la semana pasada a la Ciudad de México donde lo atendieron en un hospital de alta especialidad. Ahí le inmovilizaron la boca, por lo que no podrá comer ni papillas por varios meses.