Renuncia. Las protestas continúan en Charlotte, ahora para exigir la renuncia de la alcaldesa y el jefe de policía.
Varios manifestantes asistieron a una reunión del consejo de la ciudad de Charlotte para exigir la renuncia de la alcaldesa y del jefe de la policía, después de que un hombre negro murió la semana pasada baleado por la policía. Entretanto, la ciudad retiró el toque de queda.
Los manifestantes están furiosos con la forma en que la alcaldesa Jennifer Roberts y el jefe de policía Kerr Putney manejaron la investigación de la muerte de Keith Lamont Scott, de 43 años de edad, el 20 de septiembre.
La policía alega que Scott representaba una amenaza y que se negó a dejar caer un arma a pesar de que se le pidió repetidamente. Sus familiares han dicho que Scott no estaba armado.
La localidad de Charlotte levantó el toque de queda a medianoche en un indicio de la posible relajación de las protestas. Un fin de semana sin violencia en las calles concluyó con la celebración en la ciudad del juego de NFL entre los Panthers de Carolina y los Vikings de Minnesota. Aun así, las manifestaciones continuaron por sexto día desde la muerte el martes de Scott. Imágenes de video sobre el incidente publicadas el sábado por la policía no han esclarecido si Scott amenazó a las autoridades con una pistola antes de ser baleado por un policía negro.
ABATIDO
Mientras tanto, en Maryland, un hombre blanco fue abatido por policías tras amenazar con matar a su familia y suicidarse, al apuntar su arma contra los agentes.
La portavoz policial Sherry Llewellyn dijo que una persona que llamó al número de urgencias 911 reportó que el hombre se dirigía el lunes a Columbia para matar a su familia y que mencionó la palabra "suicidio".