Eduardo de la Torre, directivo de la Máquina. (El Universal)
Aún con la reciente eliminación en la Copa MX y el complicado panorama para meterse a la fase final del Apertura 2016, los altos mandos del Cruz Azul se resisten a tirar de la guillotina. Eso sí, dejan claro que su fe no será infinita... Y que hasta el estratega Tomás Boy no es el único que debe preocuparse por su continuidad en el club.
Este sábado por la tarde, La Máquina protagonizará el primero de los cuatro actos de la dramática puesta en escena llamada "Lucha contra la agonía". Lo único que le sirve es superar al Puebla en el estadio Azul. Si no lo hace, el puesto del hoy respaldado "Jefe" podría quedar vacante. Todo depende de lo irradiado por un grupo que luce golpeado en el ánimo.
"No es una paciencia cronológica [hacia el entrenador], en cuanto a una fecha determinada. Es una paciencia hasta que uno vea que hay posibilidades de revertir la situación", sentencia Eduardo de la Torre, director deportivo del club, en conferencia de prensa previa al entrenamiento de los Cementeros. "Cuando ves ciertas señales de que ya no hay manera de hacerlo, no será cuestión de paciencia, sino de inteligencia y decisión".
Discurso que no sólo apunta al hombre que el sábado no estará en la zona técnica, ya que pagará el primero de los dos cotejos que se le sancionó por mostrar su cartera (en señal de reprobación) al árbitro Luis Enrique Santander durante el juego del sábado pasado en Morelia.
Muy cerca de presenciar la Liguilla a través del televisor, por quinto certamen en fila, el Yayo recuerda que el cuerpo técnico no sería el único responsable del nuevo papelón teñido de azul.
"No es que pase eso [cesar a Boy]... Y ya", aclara. "Esa cuestión es para todos, porque [clasificar] era un objetivo primario".