Raíz de loto
En cada viaje, registramos sabores y texturas nuevas. Cada paso es un descubrimiento sensorial, pues un paisaje o un bocado nunca antes visto o probado puede ser una experiencia única que se atesora en la memoria. El sentido del gusto nos ofrece una forma de viaje diferente, no sólo en términos de sabor, sino en historia.
Cada uno de los ingredientes que hoy en día vemos en los mercados tienen origen diverso y el hecho que podamos adquirirlos es un logro en el desarrollo económico y cultural del hombre. Un ejemplo claro son las frutas y verduras provenientes del continente asiático.
De colores intensos y formas caprichosas, el mangostán, el litchi o el rambután, dan cuenta de un territorio dulce y lejano.
Mangostán Fruta originaria de Asia. Su corteza es de rojo oscuro y su carne es blanca y carnosa, ligeramente perfumada. Pruébala en mermelada o nieve.
Yuzu Proveniente de Japón, esta fruta pertenece a la familia de los cítricos. Es similar a la lima y tiene muchas semillas; puede sustituir al jugo de limón.
Raíz de loto Llega a México desde Vietnam. De la flor de loto se consumen las hojas y las raíces, estas últimas elaboradas a forma de guarnición para carnes.
Litchi Su cáscara es caprichosa y su pulpa es dulce, jugosa y muy aromática. Esta fruta tiene su origen en China y también se le conoce como “cereza de China”.
