Comercio. El gobierno mantendrá vigente todas las disposiciones del Acuerdo de Complementación Económica No. 55.
Los gobiernos de México y Brasil decidieron mantener vigentes todas las disposiciones del Acuerdo de Complementación Económica No. 55 (ACE 55) y sus anexos hasta el 18 de marzo de 2019, de acuerdo con lo publicado por la Secretaría de Economía en el Diario Oficial.
De esta manera, el Índice de Contenido Regional para determinadas fracciones arancelarias, por un periodo de transición, hasta el 18 de marzo de 2019, quedará de la siguiente manera:
Cerraduras de vehículos, 18; bisagras 10; motores de los tipos utilizados para la propulsión de vehículos del capítulo 87, 30; bombas de carburante, aceite o refrigerante, para motores de encendido por chispa o compresión, 25; compresores de los utilizados en equipos frigoríficos, 20; condensador de aire acondicionado, 10.
Caja de resonancia del filtro de aire, 10; válvulas y sus partes, 10; árboles de levas para el control de válvulas, 25; engranes y ruedas de fricción, 10; motores de potencia inferior o igual a 37.5 W, 20; de potencia inferior o igual a 750 W, 20; bujías de encendido, 15; aparatos de alumbrado o señalización visual, 15; partes para aparatos eléctricos de alumbrado, 18; parachoques, defensas y sus partes, 10; cinturones de seguridad, 10; tableros de instrumento, 10; amortiguadores de suspensión, 20; velocímetros y tacómetros, 10; entre otros.
Economía agregó que ambos países establecerán una nueva fórmula de cálculo para la nueva determinación del Índice de Contenido Regional (ICR) de los vehículos comprendidos en los literales a) y b) y de las autopartes comprendidas en el literal d), del Artículo 1º del Apéndice II, la cual entrará en vigor el 19 de marzo de 2019. Para tal efecto, ambas partes iniciarán negociaciones en marzo de 2018.
En 2012, a petición de Brasil y Argentina se impusieron cupos a las importaciones de autos y componentes provenientes de México ante supuestas afectaciones a las industrias locales por el nivel de exportaciones de nuestro país hacia la región.
Sin garantías
Brasil, la potencia sudamericana, cierra un año en extremo turbulento en el que la presidenta Dilma Rousseff fue destituida y decenas de políticos fueron encarcelados por corrupción, entre ellos el presidente del Congreso, y nada garantiza que 2017 sea diferente o incluso más inestable. En caída libre por una recesión que dura siete trimestres y parece no tener fin, el gigante brasileño tuvo en 2016 su año más convulso políticamente desde el fin de la dictadura militar (1964-1986), a consecuencia de un controvertido juicio político a Rousseff. Apoyado por la entonces oposición política de centro-derecha, hoy en el poder, el "impeachment" a Rousseff dividió a Brasil entre los detractores de la mandataria -cuya gestión económica sacó a millones de personas a las calles- y los defensores de su modelo social, que en los últimos años logró sacar de la pobreza a más de 30 millones de personas.
