Enojo. Los manifestantes gritaron consignas como 'Nosotros por Alemania-somos el pueblo', 'Merkel debe irse'.
Unos tres mil simpatizantes de la extrema derecha marcharon ayer en Berlín para protestar contra la política migratoria del gobierno de Ángela Merkel, en contraste con las apenas mil personas que manifestaron su apoyo a los refugiados.
La amplia convocatoria lograda por la extrema derecha causó sorpresa e hizo fracasar los intentos de bloqueo por parte del grupo opositor, por lo que grupos neonazis o de tendencia xenófoba marcharon libremente por la capital alemana. La cifra de participantes en la marcha de la extrema derecha superó las expectativas del senador de Berlín y responsable de asuntos del interior, Frank Henkel, y de la oficina de protección de la Constitución, que esperaban la asistencia de algunos cientos, cuando mucho.
La libertad con la que pudieron moverse por Berlín no es trivial: ya que en el pasado no han logrado acercarse al centro gubernamental y otras marchas de extremistas en barrios como Kreeuzberg o Prenlauer Berg se vieron bloqueadas por la gente o suspendidas por la policía.
Según datos de la policía, unas tres mil personas se reunieron ayer en la tarde ante la estación central de Berlín (la Hauptbahnhof) para exigir la dimisión de la canciller federal Merkel por su política de refugiados.