"Para que el hombre tenga éxito en la vida, Dios le dio dos medios: la educación y la actividad física." Platón, 400 a. C.
James F. Fixx, fue un gran impulsor del "corra por su vida". Él plasmó su experiencia personal en libros exitosos e inspiró a muchas personas para que llevaran una vida saludable a través de trotar o correr. Por lo que su muerte causó conmoción, ya que fue por un ataque cardiaco mientras corría en solitario, a la edad de 52 años, en 1984. La autopsia reveló un infarto masivo y dos arterias coronarias obstruidas. Fixx, tenía el antecedente familiar de su padre que había muerto de la misma enfermedad a los 43 años, pero que no era corredor. Sus amigos trataron de sofocar las críticas que se dieron contra el ejercicio de correr, mencionando que si Fixx no hubiera corrido seguramente habría muerto 5 años antes y que el correr no era la causa de su muerte. Además, tenía otros antecedentes importantes, como haber padecido obesidad y haber fumado varios años hasta 2 cajetillas al día. Estos factores fueron la causa de la muerte que el ejercicio no pudo evitar.
No hay duda, lo demuestran muchos estudios, el ejercicio mejora la calidad y la cantidad de vida, pero también, en el momento en que se realiza aumenta la posibilidad de muerte súbita. Sin embargo, este riesgo es tan insignificante, tan mínimo, que el ejercicio regular sobrepasa con mucho los efectos benéficos.
Ya que la actividad física, a manera de ejercicio o deporte, van a la baja y la sobrenutrición al alza, estos dos factores son los que principalmente afectan, de manera negativa, la tendencia, que ya se había estado dando en los últimos años, en la disminución de la enfermedades cardiovasculares. Aunque siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo desarrollado, incluso en países no tan desarrollados como el nuestro.
El ejercicio se define como la actividad física no competitiva. El ejercicio ha demostrado ser un verdadero "medicamento" en contra de muchas enfermedades, no sólo en su carácter curativo, sino de prevención y de rehabilitación. Sin embargo, ha sido tremendamente rechazado por muchas personas, dándole muy pocas oportunidades de hacer efecto.
A pesar de conocer los beneficios de la actividad física, se calcula que entre un 40- 80 % de la población, en el mundo, es sedentaria, y esto aumenta en época de frío. La actividad que se realiza debe ser vigorosa y debe durar al menos 30-45 minutos/día, o bien, por semana, 150 minutos. Sin embargo, existen reportes de que incluso una actividad mínima diaria de 15 minutos, logra efectos saludables. Aunque ha quedado demostrado que el correr supera al caminar en cuestiones de gasto en calorías y de lograr la meta de baja de peso en menos tiempo, viene a ser sobrepasado por el aumento en la frecuencia con la que se presentan las lesiones y la posibilidad de accidentes, así como en la generación de arritmias en el momento de la actividad. Asimismo, el correr no es ejercicio se acomode para todas las personas; las mujeres, por ejemplo, se lesionan con más facilidad que los hombres por cuestiones anatómicas y en general se produce un mayor desgaste en las articulaciones de las piernas. En los corredores, una de cada 4 lesiones que se producen, aun en los más experimentados, los deja fuera del ejercicio hasta por 8 semanas. Correr es más solitario, caminar es más sociable, (debiendo sólo considerar que una buena caminata enérgica no nos debería permitir platicar fácilmente). La carrera que sobrepasa los 11 km por hora y el correr más de 40 km. por semana revierte los beneficios del ejercicio. Además, las personas que caminan se ven más saludables que las que corren y es más fácil que una persona sedentaria inicie una caminata que una carrera.
Disfrute su caminata, goce la sensación del cansancio que ésta produce, agradezca todos los beneficios de un ejercicio más fácil y que sólo requiere un pequeño esfuerzo al inicio; alégrese de esta adicción maravillosa y saludable. Siempre será recomendable acudir con su médico previamente para que todo se dé con la mayor seguridad posible.
*Cardiólogo. Profesor de Cardiología y Director General de la Facultad de Medicina, el Hospital General Universitario y el Hospital Infantil Universitario, Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Adalberto Mena Caldera, Psiquiatra.