Siempre de buen humor, respetuoso, sencillo, Mauro Esparza Flores, se dio a querer entre sus compañeros regidores y la gente de las colonias del poniente de la ciudad, a las que representaba y ayudaba.
Mauro falleció la madrugada de ayer domingo, a la edad de 51 años, víctima de un paro respiratorio.
La repentina muerte del edil causó honda consternación entre sus compañeros de las fracciones que integran el Cabildo y priistas en general.
Su buen trato para todos los que se acercaban en busca de apoyo, lo distinguió. Estaba agradecido con la vida por ser regidor.
Estuvo internado en un hospital privado, hasta que ocurrió el deceso.
El viernes, Mauro, como se dirigían a él quienes lo conocían, estuvo en la sesión ordinaria de Cabildo, muy acicalado como siempre.
Antes de esa hora, disfrutó de unas gorditas en un puesto ubicado frente a la Plaza Mayor.
Según familiares, antes de su muerte, el regidor logró despedirse de varias personas que fueron a verlo al hospital. Pidió que se le velara en su casa, ubicada en la colonia Camilo Torres.
Desde temprano, a la colonia acudieron decenas de personas a despedir a Mauro y para darle el pésame a su inconsolable familia.
Decenas de coronas de flores, oraciones, música, cantos de esperanza y amor, enmarcaron los sencillos funerales de este representante popular.
El alcalde Miguel Ángel Riquelme Solís, acompañado por el secretario del Ayuntamiento Jorge Luis Morán, acudieron a la casa de Mauro, para acompañar a su familia.
Riquelme lamentó el fallecimiento del regidor del PRI, de quien reconoció su trabajo como un auténtico representante social, su genuino liderazgo en las colonias del poniente y su calidad humana.
En el exterior del domicilio se instalaron toldos blancos y sillas, para la gran cantidad de personas que acudieron.
Homenaje
Hoy lo despiden.
⇒ A las 13:00 horas habrá una Ceremonia en la presidencia municipal.
⇒ Luego, a las 14:00 horas, la clase priista lo recibirá en el Auditorio General, para un reconocimiento.
Pérdida. La muerte del Noveno Regidor por el PRI, Mauro Esparza Flores, causó consternación. (Fernando Compeán)