Etapas. El parque La Esperanza fue inaugurado varias veces; aún falta una tercera y última fase de obras.
El siglo de torreón
A mediados de septiembre de 2011 inició la construcción del parque La Esperanza en una primera etapa; a la fecha falta por ejecutar una tercera y última fase de obras en el área de muros de adobe que se conservarán porque pertenecieron a la antigua fábrica de jabones que operó por décadas en este sitio.
Entonces se le llamaba "parque ecológico" por la pretensión de que este espacio se convirtiera en el principal "pulmón" de La Laguna de Durango, tras el rescate del lugar que desde 1993 estuvo abandonado y convertido en ruinas después de la quiebra de la empresa y la huelga de quienes fueron sus trabajadores.
Según el proyecto original, de los 21 mil metros cuadrados de superficie, nueve mil se destinarían a las áreas verdes, pero meses después éste fue modificado porque se integró la construcción del Museo Acertijo en la parte posterior del terreno, cuya obra está por terminar y será inaugurada el próximo Día del Niño.
Mario Schjetnan, arquitecto que encabezó el rescate del parque de Chapultepec en la capital del país y quien elaboró el proyecto de La Esperanza, lo definió como "un espacio democrático de reunión y desarrollo".
Atractivos como un aviario y mariposario contemplados en principio para el parque, fueron desechados por el alto costo de mantenimiento; también se sacrificó gran parte de la arbolización.
En las dos etapas construidas se logró incluir dos áreas de juegos infantiles, un jardín botánico, un espacio con aparatos para ejercicios cardiovasculares, además de tres canchas y un salón de usos múltiples.
Se cuenta además con una biblioteca en la finca que era la Casa Azul -las oficinas de la jabonera-, cuya construcción ya está terminada, pero le faltan las instalaciones eléctricas y el equipamiento; sanitarios, estacionamiento y andadores.
El parque dispone de una fuente que no está funcionando; trotapista que recién se rehabilitó con tierra roja y áreas arboladas.
El delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado (Secope) en La Laguna de Durango, Tomás Galván informó que para este año, se contará con un presupuesto federal por 30 millones de pesos para atender la tercera y última etapa de obras.
En ésta se atenderá la rehabilitación de los muros de adobe, que pertenecieron a las instalaciones de la fábrica de jabones y que se preservarán como referente histórico.
Es precisamente en esta área donde recién se detectó basura y escombro, que según el administrador municipal del parque, Gilberto Lavín sería retirada en los próximos días.
Tomás Galván indicó que en la tercera etapa no se incluye una torre que también perteneció a la jabonera, aunque la intención es darle un uso para talleres o espacios interactivos.
EL SIGLO DE TORREÓN